Están de vuelta!!! Los de San Fernando retornan con toda la fuerza que no debieron abandonar. Contento y apenado me encuentro. Más contento que apenado, pero, si, a la vez, aunque no parezca coherente. Apenado por que al ver a los gaditanos encima de las tablas otra vez y publicando un nuevo disco me doy cuenta que los años pasan y mucho, ya son más de veinte desde que llegó a mis manos ese “Luces de Hollywood”, mientras yo, inverbe, vivía experiencias únicas en mi pubertad musical que coincidía con la natural en una explosión de sentimientos en los que Los Hermanos Dalton eran parte muy importante de mi banda sonora. Su reflejo en bandas de cabecera de la época como Lemonheads o Teenage Fanclub, pero cantando en castellano, poco usual en los principios y mediados de los noventa, hicieron que ganaran adeptos entre los que nos gustaba algo distinto a lo que las terribles radiofórmulas nos intentaban vender. La revolución no es ahora, sino que los Dalton ya la comenzaron hace tiempo con su power-pop pegadizo o punk-pop directo al corazón, a gusto del consumidor. Ellos aprendieron de los de antes y ahora muchos beben de ellos, de lo que los hermanos carnales nos mostraron. Los directos de la época eran brutales. Música, música y música encima de un escenario con tres miembros que parecían seis, con ese sonido tan contundente, sin interferencias, del ampli a los oidos.