discos del mes
2025
MOURN. Letra Ligada
Mourn nunca fueron una banda que se conformara con repetir fórmulas. Desde sus primeros años, cuando apenas habían terminado el instituto y ya giraban por medio mundo, se les reconocía una madurez extraña: canciones afiladas, urgentes, con una honestidad que desarmaba. Hoy, después de casi una década de recorrido, el grupo vuelve con Letra Ligada, un trabajo que no solo supone un giro idiomático —por primera vez cantan íntegramente en castellano—, sino también una nueva manera de mirar su propio reflejo. Es un regreso luminoso, emocional y sorprendentemente cercano.
La decisión de cambiar de idioma no parece una estrategia, sino una consecuencia natural de haber crecido, de querer contarse tal y como son. Las letras, que siempre habían funcionado como un diario emocional, ganan aquí una fuerza diferente: ya no hay barreras. Lo que antes se insinuaba en inglés, ahora se dice de frente, con matices, con ese punto de vulnerabilidad que solo se alcanza cuando se habla en la lengua en la que se piensa. En Letra Ligada, Mourn no buscan parecer frágiles; se muestran tal como son, y eso las hace más sólidas que nunca.
BUM MOTION CLUB. DISTRACCIONES
Bum Motion Club está de vuelta. Tras el magnífico “Claridad y Laureles” (Autoeditado, 2023) y ya convertidos en referencia dentro de la escena underground madrileña gracias a sus potentes directos, los de Aranjuez avanzan hacia la madurez musical con este segundo largo.
Con “Distracciones” los arancetanos abren una nueva etapa en la que la niebla que flotaba en sus anteriores trabajos desaparece para dejar pasar a los primeros rayos de sol, aquellos que se cuelan entre las nubes tras la tormenta. Las letras de Pablo Vera, su cantante y letrista, nos hablan de amor, amistad o evolución personal y nos dejan ver cómo la esperanza se abre paso dejando atrás toda esa carga de oscuridad y reclusión personal que arrastraban sus anteriores creaciones.
MEDALLA. MÚSICA MÁQUINA
Medalla han vuelto a encender la forja. O quizá nunca la apagaron, pero en Música Máquina (Estudio Mazmorra, 2025) el metal fundido ha alcanzado su punto máximo. El quinto álbum del cuarteto barcelonés suena como un nuevo comienzo, un estallido de energía que combina la rabia política, la épica sonora y una ambición desmedida por llevar su discurso al límite.
Después de ocho años puliendo un sonido entre el rock psicodélico, la mitología y el sudor de local de ensayo, Medalla se entregan ahora al rugido del heavy metal con una convicción que roza lo ceremonial. Desde la apertura instrumental —pura declaración de intenciones— hasta el último corte, el grupo no se guarda nada. Hay velocidad, riffs afilados, baterías que galopan sin descanso y una voz que escupe consignas con el fuego de quien ha decidido no callarse más.
ROYEL OTIS. Hickey
Así se titula el nuevo lanzamiento de los australianos Royel Maddell y Otis Pavlovic para cerrar el verano, una oda post punk al amor y a las relaciones. El disco lo conforman diez canciones que se unen a los tres adelantos ya presentados por el duo australiano: “moody”, “car” y más recientemente “say something”.
Royel y Otis se conocían antes de que se empezaran a mandar demos en el 2019, lo que resultó en su primer lanzamiento en 2021, un EP llamado “Campus”. Pero no fue hasta un año después que alcanzaron la fama con “Oysters In My Pocket”, dentro de su segundo disco corto, “Bar & Grill”. En 2023 sacaron su primer LP, “Sofa Kings”, que consiguió colocarse en el top 50 de Australia. Actualmente cuentan con 10,3 millones de oyentes mensuales en Spotify y dos discos, al que se le suma este nuevo lanzamiento.
PULP. More
No sé si serás de los que ha ido escuchando las tres diferentes entregas del nuevo disco de Pulp o, si, por el contrario, eres paciente como quien escribe y aguantó el deseo a que se publicara el álbum en su integridad a principios de junio para saborearlo de una tacada. Sea como fuere, esperaras lo que esperases y las veces que lo hayas escuchado no hay nada más evidente que lo magistral del regreso de Pulp veinte años después del supuesto fin de era con We Love Life (2001)
Spike Island, título con el que se abre el disco y a la postre single de presentación del disco, es un tema que la afición celebrará nada más empezar su concierto porque destila el jugo esencial de Pulp. Suena inconfundible la guitarra del inicio y los ritmos sincopados del sintetizador. Suena a ventana abierta en verano cuando Jarvis empieza a cant…, no, interpretar, que en eso no ha perdido nada de músculo. Y a eso mismo canta Spike Island. Y como segundo plato Tina, una estupenda narración de obsesiones hacia una chica con la que jamás entabló conversación. Esa misma Tina a la que se refiere Grown Ups, esa Tina que mejor podría haber olvidado hace mucho, ahora que narra la obsesión que se tiene por hacerse mayor y hacer las cosas que tocan hacer porque lo dicta la edad, esto es, preocuparse por tener arrugas, cuando antes era acné.
VIAGRA BOYS. viagr aboys
Con una trayectoria más que consolidada de 10 años en la industria musical, el grupo sueco Viagra Boys nos ha demostrado lo que se puede hacer con unas guitarras, unos teclados, un bajo y una voz acompañada de una barriga cervecera que toman como bandera, regalándonos canciones absolutamente increíbles que te transportan a universos psicodélicos que pueden resultarnos familiares, o no tanto, y algunas que hablan y menosprecian varias teorías conspiranoicas.
Para este cuarto proyecto seguimos teniendo ese sonido de guitarras estridentes y sintetizadores potentes que se te clavan en el cerebro y que viene siendo marca de esta casa, dejándonos con una música post punk con grandes influencias psicodélicas y del disco.
RUFUS T. FIREFLY. TODAS LAS COSAS BUENAS
“Todas las Cosas Buenas” es el título elegido para la última fantasía de la banda que continúa salvando el mundo desde Aranjuez.
El nuevo y octavo álbum de Rufus T. Firefly contiene todo lo bueno de la música: melodías y letras increíbles, talento y esfuerzo, independencia y creatividad, honestidad y verdad… Señas de identidad de un grupo que decidió crecer y evolucionar sin tener en cuenta los dictados de la industria, tomando las riendas de su carrera para crear desde el corazón y con la más absoluta libertad. En el camino, y sin dejar de experimentar con los géneros, encontraron su marca, una personalidad propia, con paradas discográficas tan brillantes y singulares como “Magnolia”, “Loto” o “El largo mañana”, que les valieron el reconocimiento del público y el título de banda de culto.
YAWNERS. SUPERBUCLE
Elena Nieto está de vuelta con Superbucle, su tercer trabajo largo y sin duda, el de su consagración.
Un disco formado por once canciones que plasman, a modo de círculo narrativo que funciona como hilo conductor, una sucesión de vivencias que comienza con “Un día genial” y termina con “Un día horrible”. Once momentos encapsulados en sendos píldorazos que retratan el día a día de Elena Nieto con sus miedos, ilusiones, contradicciones, inseguridades y excitaciones propias de su vida actual. Un sube y baja emocional que se repite cíclicamente a modo de Superbucle en diferentes etapas de nuestra vida, una vida monótona y repetitiva de la que no podemos escapar.
ZAHARA. LENTO TERNURA
Ha llegado el momento, estamos ante la enésima revolución de Zahara, ahora también a los mandos en la producción de su sexto trabajo de estudio. El disco ha venido precedido de una lenta caída de singles que nos daban a entender por donde podría ir el conjunto, pero que al final ha sido la suma de sus once temas las que dan sentido a un todo que es este nuevo trabajo “Lento Ternura”. Nueva obra maestra de la de Úbeda, donde nos vuelve a contar sus vivencias, algunas de su niñez, otras actuales, para transformarlo en una realidad paralela habitada por ella. Ahora somos nosotros los que debemos encontrar ese espacio que nos está mostrando. Y cuando lo encontremos, será para quedarse, nunca para huir. Zahara ha preparado todo para que habitemos su nuevo hogar.
JOE CREPUSCULO. MUSEO DE LAS DESILUSIONES
Se pueden contar con no mucho más que los dedos de una mano a los artistas que en este país merecen ser considerados de culto. Joe Crepúsculo, sin ningún atisbo de duda, es uno de ellos. El trovador tecno vuelve a escena con su particular “Museo de las Desilusiones”, una montaña rusa electrónica que oscila entre el baile y la circunspección. Joël arranca su nueva máquina de baile sin ambages, “Bailar y llorar” es una declaración de intenciones. Un láser apuntándote al pecho en mitad de la pista de una discoteca, en el amanecer de un polígono a las afueras de una urbe decadente. Ese es el Crepúsculo genuino, el que nos cautivó ya hace casi veinte años y que sigue en plena forma.