Un nuevo álbum en formato LP digital en el que pasan por estilos como el folk, el noise, el avant-garde, el trip-hop, el synth-pop o el punk.
Todo es mentira. La inmediatez. Las sonrisas en Instagram. La certeza de la felicidad. Todo falso. Nos atenazan las dudas. Los miedos. Por eso escuchar a Interrogación Amor es como echarse colirio en los ojos, quitarse las gafas, para ver la nada. “cómo un ángel podría romper mi corazón”, es el nuevo disco de Carlos y Javier, el primero con su nueva formación como dúo, que funciona poliédricamente. Como una sinuosa trayectoria abstracta entre estilos musicales, una especie de tratado de posmodernismo sonoro, capaz de pasar por el folk, el noise, el avant-garde, el trip-hop, el jungle, el digicore, el synth-pop o el punk, sin apenas despeinarse. También funciona como un ejercicio de poesía a corazón abierto, sin tapujos, contundente y áspero, lleno de ironía malsana y frases memorables. Pero probablemente su aspecto más atractivo es su condición esquiva. Interrogación Amor habitan la oscuridad con una naturalidad que desarma, rompen tópicos casi sin pretenderlo, creando un universo que conquista por sus penumbras, sus incógnitas, por hacer del negro un espacio hipnotizante, desasosegante y confortable al mismo tiempo.