Juanra Fernández
Redactor
Sheila Ponce
Redactor
Kristy se había subido sobre la maleta, la ropa sobresalía impidiendo que pudiese cerrarla, con mucho esfuerzo lo logró y con el cinturón de su abrigo aterciopelado la encintó con fuerza para que no reventase. Después cogió su viejo jersey de lana, ese que se había estirado tanto que ya lo usaba como vestido, y envolvió con él su guitarra transparente de plexiglás.
Colocó el equipaje a la entrada y esperó pacientemente a que se abriese la puerta. Erick giró la llave y, al entrar en el viejo y pequeño apartamento, tropezó con la maleta. El flacucho y estirado joven miró con tristeza a su novia y muy asustado le preguntó por la razón de su partida. Las lágrimas comenzaban a empañar sus pupilas por el miedo a perderla. Kristy sonrió y acercándose a él le aseguró que jamás lo abandonaría. El joven, aliviado, abrió una de las cervezas que había ido a comprar y se la bebió de un solo trago. Después preguntó por el sentido de esa maleta y Kristy, cogiéndole la mano, tiró de él hacia el exterior mientras le aclaraba: “Nos vamos al CBGB”. Erick volvió a repetir las siglas sin saber a qué se refería y ella apuntó que era un club nocturno. El joven, cada vez más contrariado, insistió en saber para que necesitaban una maleta casi desbordada para ir a un club nocturno, a lo que Kristy, cargada de razón, apuntó que era porque estaba en Nueva York.
Este viaje tan inusitado desde Ohio a la Gran Manzana fue el inicio de la metamorfosis de la joven pareja. Ella a partir de ese momento se hizo llamar Poison Ivy y él se transfiguró en Lux Interior. Los dos, en medio del nacimiento del punk, se abrieron paso entre las nuevas bandas, mezclando las sucias melodías emergentes con el clásico rockabilly, dando una oscura luz al sonido psychobilly.
La pareja, creó su propia banda, the Cramps, y con ella sexualizaron el punk y sedujeron lascivamente al público rápidamente. Sus orgías musicales los colocaron a la cabeza de las listas de éxitos. A pesar del persuasivo éxito, los jóvenes enamorados de Ohio, se mantuvieron unidos e inseparables en un mundo altamente tóxico y corrompido. Mientras Lux Interior exponía su lujuria, agarrado al micrófono, Poison Ivy lo observaba enamorada al tiempo que rasgaba las cuerdas de la guitarra.
Así fue siempre y así se les recuerda, hasta que la Lux se apagó. Erick se adelantó en un viaje al que no invitó a Kristy, murió y ella se quedó sola, sin su compañero eterno, sin su amor inmortal.
Poison Ivy después de la tragedia, desapareció. También se apagó y se escondió de todos los fans hasta el día de hoy.
¿Dónde estás diosa oscura de la guitarra? Vuelve, aunque solo sea un instante, para despertar con tus acordes el canto de sirena que cautivó al punk, al mundo y que elevó al más allá de la oscuridad siniestra la voz de Lux Interior.