Ciudadano Suárez
Redactor
DISCO DEL MES DE ABRIL DE 2019
Montgrí 2019
Si hiciésemos una encuesta entre los aficionados al baloncesto, aunque extrapolable a cualquier deporte o disciplina de la vida, seguramente la gran mayoría responderíamos que preferimos una buena actuación coral, el éxito de un equipo bien trabajado, al talento individual. Ya sea por la corrección política imperante o porque realmente lo creemos así.
Que sí, que todos lo gozamos extremadamente con aquella España que se proclamó campeona del mundo en Japón y curiosamente arrasó en la final sin su gran estrella. Pero que levante la mano aquel al que ver una actuación antológica de una estrella no le deje el vello de la nuca como el bigote de Tkachenko. Que confiese el que no tenga en mente el vuelo de Jordan destrozando los sueños de Utah mientras Andrés Montes, acompañado de un imberbe Antoni Daimiel, se desgañitaba en la narración. O la imagen de Pau Gasol, en 2015, en Francia vistiéndose de superhéroe en una prórroga para la historia. O la de Corny Thompson anotando un triple para coronar a la Penya campeona de Europa. O la del talento exacerbado de Drazen Petrovic abusando con 62 puntos en la final de la Recopa ¡Qué coño! Cualquier imagen de Petrovic.
Quizá todo al final, en su germen más básico y en cualquier campo, se reduzca a tener un estilo con un toque propio. Llámalo flow, llámalo groove. Aleix y Joan lo han encontrado. Con un sonido reconocible y dos álbumes fulgurantes en apenas dos años. Melodías ultrapegadizas y directas, ¿para qué marear la bola pudiendo arrasar con un pick and roll perfectamente ejecutado? Vuelven con “Balanceo” (Montgrí, 2019) en busca de la consagración absoluta y parece que el año de diferencia desde “Fruto Panorama” (B-Core Disc, 2017) ha sido “Un Buen Año”, corte con el que abren el disco y en el que advierten que saben lo que hicimos en este tiempo ya que han tenido sobradas oportunidades de observarnos en los múltiples directos que han ofrecido.
Antes de la publicación de este viernes hemos podido conocer algún adelanto como “La Comunidad”. Toda una declaración de intenciones en la que se constata que no han olvidado que “esto es para los dos” pero sumando en sus letras lo que ha ocurrido en este tiempo, tanto a ellos como a todos. Y es que este ambiente de guerracivilismo cainita “O lo tomas o lo dejas […], son lentejas”. Por si no te has dado cuenta, “te han contado una mentira, tú no escoges tu vida”. Lo que sí puedes elegir es si prefieres ser espada o bandera.
No nos pongamos serios, no nos pega y, además, hace falta “Gente Como Tú”. Pero sobre todo como ellos, que facturen melodías contagiosas y te permitan percatarte de que estas en el bando ganador cuando miras alrededor en mitad de un concierto. Qué se yo, pongamos en mitad de la Plaza del Trigo, y pienses que pueden empezar a dejar de adaptarse y comenzar a elegir el cómo y el cuándo en los carteles.
Lo podremos empezar a constatar cuando den el “Do de Pecho”, a partir del próximo lunes 8 de abril, en modo Globetrotter, con cinco bolos consecutivos y gratuitos. Estos, como un “¿saben aquel que díu?” de Eugenio, serán el balón al aire de su gira. Alguno de los dos se podrá sentir “Solo ante el peligro” cual Manute Bol con la selección de Sudán. Verdaderamente no es para menos, la oportunidad es grande, los motivos importantes y no deben desaprovecharla. Pero su filosofía les permite, de partida, hacerlo en la mejor de las condiciones a la hora de encarar un nuevo desafío “lo que hemos hecho hasta ahora lo podéis pasar por la trituradora. Pero aquí seguirá para siempre. Aunque os duela, aunque os joda”. El que no arriesga y no se lo toma así, lo más probable es que, parafraseando a Manel Comas, otro grande con mostacho mítico, dure en este negocio un afeitado y medio.
Tras ese subidón, digno de una prórroga dirigida por Chichi Creus, si sale mal, podrán mirar con orgullo sus heridas mientras buscan un “Remedio Contra la Soledad” y recordar “Todo” lo que han conseguido. Un track destinado a dislocar nucas evocando la energía y velocidad de la adolescencia de aquellos que han ido peinando canas al mismo ritmo que han cambiado opulencia por ideales. A esos que han sufrido esa “Muerte Por Ambición” en vida, la de haber encontrado lo que buscaban: paladear que nunca pase nada.
Han dejado para ese punto del disco “Bienvenido a la Tierra”, convertido en un ensayo del cruel funcionamiento del planeta que habitamos. Pese que creas que puedes escapar intentando aplicar el Artículo 32 de la Ley Marcial de Shaquille O’Neal, la mitad de lo que hagas servirá para ayudarles. Por si no había quedado claro a estas alturas “La Importancia de Jugar al Baloncesto” es casi tan grande como la de decir lo que piensas a la cara y en apenas minuto y medio.
Así que ahora que ya no hay problemas y es más patente que nunca que el “Fin de Ciclo” nunca terminó de llegar y Franco no es que haya vuelto sino que nunca terminó de irse. Deberás decidir si pertenecer a los que quieren seguir siendo materia inerte o disfrutar del vértigo de la vida. Tanto como de sensaciones agridulces como la de seguir luchando con 39º de fiebre o la de regresar de un concierto con un incesante pitido en el oído porque has sufrido el picorsito de los jugones. Porque todos sonríen igual. Porque la vida, como el rock, puede ser maravillosa.