Ya está aquí Trance (Oso Polita Discos, 2023), el esperado tercer disco del cuarteto de rock Uniforms, una de las bandas del género más asentadas de los últimos años. Además de estar ya disponible en todas las plataformas digitales, también se puede adquirir en una edición de vinilo muy especial en tonos morados, algo a lo que la banda ya tiene acostumbrado a su público, ya que dan mucha importancia al valor del disco físico y a su escucha intensiva.

Ahora llega el momento de prestar esa requerida atención al nuevo larga duración de los jienenses, Trance, ya consolidados como una banda de rock con trayectoria y experiencia. En su debut en 2018 con Polara se posicionaban en el shoegaze con tintes de dream pop, sonido poco habitual entre los artistas de nuestro país, y del que ya son todo un referente. En 2021 llegaba su segundo álbum, Fantasía Moral, que los acercaba a la psicodelía y el kraut, puliendo su marca personal para muchos ya inconfundible. 

En Trance vuelven a experimentar con nuevos sonidos a la vez que siguen consolidando las firmas de la casa; letras lapidarias en tono de ironía, un buen sonido reverberado y su potente identidad sonora y visual, más presente que nunca tanto en las propias canciones como en las piezas audiovisuales que los acompañan. Primero lanzaban Crumbs, con la que se acercaban al kraut, después vino la acidez de I Quit, nos hablaron de la tiranía de las redes sociales en Nomofobia y finalmente nos sorprendían con Push, su tema más electrónico. El disco contiene seis nuevos temas que descubrir, entre los que además de potentes canciones originales en las que demuestran que siguen encontrándose igual de cómodas cantando tanto en su idioma patrio como en inglés, destaca una personal versión de Desire Lines de Deerhunter.

En palabras de sus miembros, Trance es el trabajo más crudo del grupo. «Queríamos que las nuevas canciones reflejaran en estudio las sensaciones que transmiten en el directo, donde suelen quedar más expuestas y con menos capas. Es nuestro disco más honesto, y a la vez más incómodo. A lo largo del tiempo, ha ido madurando a medida que nuestro sonido ha ido evolucionando, dejando en primer plano las bases rítmicas y las guitarras e integrando los arreglos de sintetizadores de un modo más onírico. También hemos querido que los videos transmitieran esa sensación de frescura y aspereza, que sumados a la música te llevarían a un estado de catarsis si te dejas atrapar.»