Aranda de Duero, 10 de agosto de 2018.

El cansancio ya está presente, pero la jornada del viernes nos iba a deparar grandes momentos desde por la mañana. La plaza del Trigo se vuelve a mostrar rebosante de alegría. La culpa la tiene Tomasito que zapateó, cantó, se desnudó, volvió a zapatear con la mano. Recital del de Punta junto a su banda en una plaza que esperaba la sorpresa del día. Esta llegó después de Tu Otra Bonita. La MODA saltaron al escenario Radio 3 después de que Javier Ajenjo, director del Sonorama, les presentara en camiseta de hombreras blanca, al estilo de los burgaleses.

Fran González

Fran González

Redactor

Fernando Tello

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En el recinto comienza la cosa fuerte con The Subways en el escenario principal. Los británicos traen debajo del brazo su descarga de punk y power-pop enérgico que deja a los pocos que han llegado al recinto a primera hora asombrados desde el principio. La mezcla de las voces de Billy Lunn y Charlotte Cooper es maravillosa y la banda se muestra brillante, a pesar del horario. Se traen su último disco homónimo de 2015, pero suenan esos éxitos televisivos y gamers como “Rock and Roll Queen” y “Oh Yeah”. Un bolazo.

Mientras Rayden daba sus notas de colores en el Escenario “Aranda de Duero” nos acercamos al tercer escenario del recinto donde The Grooves nos hacía calzarnos las zapatillas para desgastarlas en los primeros temas, aún contando con los problemas de sonido que tuvieron. Las féminas tienen en la calle su primer disco, “R3set” (Autoeditado, 2017) mezclando un rock bailable con marcados ritmos setenteros que hacen las delicias de todos en un potente y enérgico directo. Ángel Stanich sigue con la presentación de “Antigua y Barbuda” (Sony, 2017) y no podía faltar en el Sonorama de éste año. Esta vez en formato completo con una banda que es sin dudarlo lo mejor de Stanich.

Una pena que no podamos ir a ver a los getxotarras de Smile, pero las coincidencias, a veces, matan. Empezaron tarde y con problemas, el ukelele no sonaba, pero daba igual, el buen rollo se contagiaba entre la gente y con eso sobraba. Al final abandonamos el surf y nos fuimos a ver a L.A. nos apetecía mucho más, ya que a Smile los disfrutamos hace poco en sala. Luis Alberto Segura es una auténtica fábrica de elaboración de discos cuidados y con un gusto enorme. L.A. sigue contándonos su “King of Beasts” (Sony Music, 2017). En directo es muy grande el mallorquín. Banda increíble la que forman. Sonido impecable en el Escenario Aranda de Duero.

Otro valor seguro es Nada Surf. Hace diez años, si no me equivoco, que aparecieron por primera vez en Aranda de Duero y siguen como el primer día. Facturando canciones de pop de altos vuelos y con una energía de la que no han perdido ni un gramo. Quince años se cumplen de esa joya que es “Let Go” (Barsuk Records, 2002). Concierto con altibajos en donde la parte final se torna maravillosa, apoteósica. Nada Surf es crema, y ha sido un de los hitos de una noche que puede ser épica.

Morcheeba comienza en el escenario B, interpretando sus temas de siempre y versiones como “Let’s Dance” de Bowie. En ese punto nosotros nos entregamos al humor. La carpa instalada, tan bonita, tan maravillosa, tiene el gusto de acoger a Los Gandules y no podíamos pasar la oportunidad de volvernos a reír con ellos. Todos sus éxitos cayeron en una carpa que estaba repleta. El ingenio de los maños está por encima de todos los que han pasado por ese escenario.

Y antes de que terminen viajamos al Escenario principal para disfrutar del auténtico cabeza de cartel de ésta edición del Sonorama. Liam Gallagher es y será una de las piezas claves de la música moderna. Oasis es una de las mejores bandas de la historia de la música, y aunque ahora la tengamos que disfrutar en trocitos, no nos importa siempre y cuando suenen hiatazos de los de siempre en su setlist. Y así pasó, sonaron casi todas las que marcaron una vida en los comienzos de Oasis y eso hizo que los que superamos los 35 estuviéramos muy contentos. “Rock ’n’ Roll Star”, “Supersonic” y “Wonderwall”, cortada y repetida, sonaron, aunque no brillaron en su totalidad, en algo que quedará en la retina de los que allí estábamos. La parte que nos tocó en el Sonorama, la de el hermano menor, no es completa sin la otra parte. No suena igual aunque sigue siendo grande. Liam se tornó agradable, en su medida, y hasta se le escuchó dar las gracias en perfecto castellano macarrónico. La cerveza inglesa del camerino dio sus frutos.

Dejamos de lado un poco la propuesta de los alemanes Milky Chance para ver a Amparo Llanos en el escenario C. New Day es la propuesta de la ex-Dover junto con su compañero Titos y con la batería de Armijos. Sonidos noventeros actualizados a unas lineas más suaves que en su anterior etapa hacen de New Day una opción muy buena para esa hora en la que quieres rock puro y verdadero.

Si el año pasado tuvimos que llegar apresuradamente para poder disfrutar de los murcianos Viva Suecia, este año tenemos que trasnochar. Son de lo mejor que ahora nos puede ofrecer el panorama nacional y lo demuestran con un sonido directo y con unos temas que no te pueden dejar impasible. Sólo han necesitado dos discos para colocarse entre los primeros de la clase. “Otros Principios Fundamentales” (Subterfuge, 2017) es un discazo desde la primera a la última.  No tienen canción mala. Y todo ello defendido en directo como sólo ellos saben hacerlo. Porque cuando sabes lo que haces encima de un escenario se nota y el público se entrega al máximo.

Y para terminar la noche el magnífico, el extraordinario, el señor de las alturas, el párroco de las vidas descarriadas. Esta vez sí, esta vez mi amigo Ivan pudo verle, con el chándal de bailar, y Joe Crepúsculo nos ofreció una ración de lo que mejor sabe. Hacer moverse a la gente hasta la extenuación no es fácil, pero allí no había nadie quieto. Tomasito con él, metiendo sus zapatos donde parece que no cabe más sonido. Fue el perfecto broche final a una jornada que colmó todas nuestras expectativas.