Mira que ha costado escoger una serie que en España se emita en Sky Showtime, no lo pone fácil la plataforma de Paramount. El catálogo tiene una selección rara y hay cosas que van y vienen sin mucha explicación. El caso es que al fin nos ha traído una de esas series que estaba esperando como agua de Mayo: Poker Face.

Dos reclamos tiene Poker Face que son irresistibles: Rian Johnson y Natasha Lyonne. Después volveremos a ellos.

Poker Face es un procedimental de los que ya apenas se hacen. La trama episódica es tan testimonial que hay capítulos en los que ni aparece, pero no importa. Charlie(Natasha Lyonne) es una camarera de casino con un secreto que en ese entorno podría ser tan lucrativo como peligroso; siempre sabe cuando alguien miente. Por no contar más, el primer capítulo transcurre en ese casino y a partir de ahí todo explota. Cada episodio es un caso al estilo Colombo o Jessica Fletcher y cuando digo estilo no se queda ahí el homenaje. Lo que de verdad se palpa en Poker Face es ese amor por contar historias que aquellas series de los 70 y 80 tenían.

Borja Peinado

Borja Peinado

Redactor

Rian Johnson es uno de los mayores talentos que tiene la industria actualmente. A pesar de que no tenga una filmografía excesivamente extensa, no hace más que acumular todo tipo de aciertos, que a pesar de ser auténticas bombas comerciales como Knives Out o Los últimos Kedi no dejan de tener el sello de un director que es un autor de los pies a la cabeza. Ese sello ha quedado más que patente en trabajos como Brick o algunos de los mejores capítulos de Breaking Bad, Ozymandias o The Fly. Son de esas cosas que al gran público le puede provocar el chirrido de gafapastismo, pero que demuestran una personalidad como creador que está a otro nivel. Lo que Johnson ha hecho esta vez con Poker Face es poner todo su músculo creativo al servicio de la historia de detectives de toda la vida y se nota que le tiene cogido el pulso al género. Su precisión en la escritura es un reloj suizo, sencilla en apariencia pero tremendamente complicada cuando entramos en sus entresijos.

Natasha Lyone no puede molar más, así de simple. Estaba maravillosa en Orange is the new black, se convirtió casi en actriz de culto seriéfilo en Russian Doll y ahora en Poker Face es una heredera de Colombo brillante. Si hay algo malo en cada capítulo de la serie son las secuencias en las que no esté ella, simplemente porque estás deseando que su voz ronca, su chulería y una vis cómica que inunda cada escena.

Por si fuera poco, Rian Johnson le ha puesto en cada capítulo un séquito de estrellas que le da a la serie otro plus más: Adrian Brody, Joseph Gordon_Lewitt, Chloë Sevigny, Ron Perlman, Simon Helberg…todo un desfile de caras conocidas encajadas de forma maravillosa en las historias.

Peacock ya ha confirmado la segunda temporada, que imaginamos empezará cuando se vuelvan a poner en marcha todas las producciones después de la huelga de guionistas, a muerte con ellos desde aquí, por cierto, y cuando se revuelva también la de actores y actrices. De momento, son diez capítulos los que tenemos para disfrutar con este buen puñado de crímenes de Poker Face.