Ángel Muñoz

Ángel Muñoz

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Madrid, 16 de julio de 2021. Rio Babel. Estadio Wanda Metropolitano

Tras una noche apoteósica donde Iseo & Dodosound and The Mousehounters magnetizaron con su magia el estadio al completo, se daba paso a la fiesta del día siguiente. Muchos adjetivos se podrían utilizar para catalogar y describir a la verbena de La Pegatina, pero creo que ninguno tan acertado como “La fiesta”. Envueltos en la gira de presentación de su último álbum “Darle la Vuelta”, trabajo que vio la luz durante la pandemia, los catalanes venían dispuestos a hacernos olvidar el año y medio anterior; bueno, a eso ya a hacer sudar al equipo de seguridad pues ya podéis imaginaros lo que pasó cuando los ritmos centrales del “Gat Rumberu” empezaron a sonar.

Era imposible sentar a nadie y si tu objetivo es ese, no contrates a La Pegatina. Si bien es cierto que parecía que los asistentes sentían repulsión con sus asientos cual dos imanes de igual polaridad, la verdad es que la inmensa mayoría no se movió de delante de su número y las mascarillas solo desaparecían momentáneamente para beber, comer o darse un leve respiro. 

El espectáculo de cerca de 3 horas al que nos tenía acostumbrado la banda se redujo hasta poco más de 2, pero eso no impidió que los principales temas de su discografía se pusiesen en escena. De esta manera, las canciones que encumbraron a La Pegatina a lo que es hoy en día se entremezclaban en el escenario con los más nuevos y modernos de su nuevo trabajo. “Mama”, “Olivia”, “La guspira” o “No Som d´aquí”.

Pero este día tan especial en la capital, la joven (o ya no tan joven) banda no estaban solos bajo los focos. Especialmente ovacionado y coreado el “Siempre te pedí” con Travis Birds tras el micrófono. La fuerza de la madrileña se contagia a la canción, y a los asistentes, e incluso a los no presentes.

También aprovecharon el evento para presentar el primer adelanto de su nuevo trabajo en colaboración con Efecto Pasillo. Efecto pegatina llaman a la fusión que da lugar a “Ahípamí” una canción dirigida a los reencuentros, a la fiesta, a la alegría y al buen rollo. Está claro que ambas bandas nos hicieron cantar y vibrar. Una canción para el verano.

Por último, también me gustaría destacar la versatilidad de los catalanes sobre el escenario. Si bien muchos grupos reducen todos sus espectáculos en un “sota, caballo y rey” siempre en ese orden y ritmo; los catalanes saben improvisar, saben variar y, en definitiva, saben no repetirse. A su amplio repertorio se le une la capacidad por destacar y evolucionar. Resultado de ello el Medley Rumbero en acústico que se marcaron durante varios minutos.

Como no podía ser de otra forma “Alosque”, “Mari Carmen” y “Lloverá y Yo veré” sonaban para finalizar una fiesta que continuó en los aledaños del estadio.