Carmen Santamaría

Carmen Santamaría

Redactora

Ane Ruiz de Gordoa Zurbano (directora y manager cultural) y Maite ArciniegaRodríguez (cantante y filóloga hispánica) son las creadoras y organizadoras del Festival Jalgui! Voz, que verá la luz por primera vez el próximo mes de abril en Vitoria-Gazteiz. Dedican este festival“A la palabra hecha música”, en un modelo de Festival que busca desdibujar los límites. Artistas vascos y de diferentes puntos de la península se darán cita en ochos conciertos de modalidades diversas que llenarán la ciudad alavesa deaquellas manifestaciones musicales en que música y palabra se conjugan enun mismo mensaje artístico. Los recitales tendrán lugar en diferentes salas de Vitoria, en consonancia con la esencial de cada uno de ellos. Y os adelantamos que, en algunos casos, salas nada convencionales si uno piensa en música clásica: Teatro Ortzai, Catedral de Santa María, Sala Jimmy Jazz, Sala de cultura u Ohianeder euskakaren Etxea.

Un elenco de lujo y no menos variado que sus escenarios y sus propuestas, apostando por la presencia joven, abriendo paso a las nuevas generaciones: Mireia Tarragó, Miguel Gómez, Amaia Rodríguez, Maria Mauri, Enric Casases, Daniel Ariño, Mirem Urbieta, Marc Serra, Juan Laboreria, Leyre Sáenz de Urturi, Eres-Alkimia Vocal Ensemble, Eugenia Boix, Susana Gómez de Salazar, Magalí Sare, Sebastià Griz y un largo etcétera.

Jalgui! es un festival que eleva la bandera de la heterogeneidad como su seña de identidad, para acabar con las etiquetas, los estereotipos, el elitismo y las convenciones, aproximando la música clásica a un amplio público, a nuevos oyentes en contextos nuevos, abriendo diferentes perspectivas y mostrando que, en música y palabra, hay multitud de posibilidades.

Maite Arciniega nos cuenta más detalles del festival Jalgui!.

Revista Indie: “A la palabra hecha música». ¿Qué os motiva a crear Jalgui!, un festival en torno a la palabra? ¿Qué significa para vosotras, músicos, la palabra o la conjunción de texto y música?

Maite Arciniega: Toda pieza musical que tiene un texto es una pieza per se multidisciplinar, porque aúna material artístico sonoro y literario. Es por eso que para los que somos amantes de ambos campos artísticos es la opción que más interesante y atractiva nos resulta. Además, no se trata solo de una suma, sino de una simbiosis, de manera que la música debe buscar la manera de adaptarse para poder acompañar a un texto, del mismo modo que el propio texto ha de aportar su musicalidad y su sonoridad al material propiamente musical. De alguna manera, los seres humanos hemos creído en esta fuerza de la unión entre la palabra y la música desde el inicio, ya que ni siquiera nos podemos imaginar una comunidad, por remota o antigua que fuera, que no cantase. Por ello, debe haber algo que nos ha llevado a cantar, y no solo a decir, algunos mensajes que queremos transmitir, aunque sea a través de estéticas idiomas, formas… completamente diversas, porque hemos creído que así su fuerza expresiva, si no más fuerte, era al menos especial, diferente.

En segundo lugar, aunque pretender entender la poesía (o la música) es un absurdo o cuanto menos, un esfuerzo infructuoso, porque no se puede racionalizar lo irracional, es verdad que la música vocal tiene una acogida especialmente interesante y gratificante por parte del público. Esto se debe a que las palabras ayudan a guiar por el laberinto de intuiciones que es el arte y permiten a la audiencia aferrarse a un contenido más tangible que el propiamente sonoro, que a veces puede dar algo de vértigo a quien no esté muy habituado. Además, hay algo en el canto, en la canción como unidad mínima artística que es realmente primigenio e intrínseco a la condición humana. Las canciones están presentes en todos los rituales sociales, desde los más íntimos (las nanas) hasta en los más públicos (fiestas y celebraciones públicas).

En tercer lugar, la voz humana es el instrumento más democrático y universal de cuantos existen, y, quien más quien menos, todo el mundo ha podido probarlo. Se trata, por tanto, de un modo más cercano de llevar la música al gran público, sobre todo la música clásica, que por el falso estereotipo de ser una música elitista, solo apta para doctos, produce cierto rechazo entre cierta población que realmente no la conoce.

R.I.: Es la primera vez que os enfrentáis al resto de crear un Festival. ¿Qué dificultades os habéis encontrado y qué os ha aportado este proceso, como artistas y profesionales de la música? 

M.A.: Las dificultades han sido todas las imaginables y las enseñanzas exactamente las mismas. Aunque Ane tenía cierta experiencia que nos ha sido especialmente útil en la gestión cultural, hemos ido descubriendo y haciendo frente a cada paso por primera vez.

En este punto, antes que nada, queremos y debemos dejar constancia de la ayuda que hemos recibido de muchísimas personas de nuestro entorno social. La lista de personas que incluiríamos en nuestra lista de agradecimientos crece exponencialmente cada día, especial mención a Jabolo Sagastume, quien ha sido nuestro mentor en todo este proceso y quien nos ha ido instruyendo en el mundo de la programación cultural.

En el diseño del festival, hemos ido entendiendo lo complejo y completo que ha de ser este trabajo: programación, gestión, identidad visual, comunicación… y, por supuesto, la obtención de subvenciones públicas. Por fortuna o por desgracia, realmente por fortuna, existen muchas propuestas culturales de calidad en la ciudad y el Jalgi! Voz festival debe hacerse un hueco entre todas ellas, defender su unicidad y el valor diferencial que ofrece a la ciudadanía de Vitoria-Gasteiz.

Es por ello que hemos optado por completar la financiación pública con una campaña de micromecenazgo (crowdfunding). Por una parte, nos ayudará a cubrir algunos de los gastos y, por otra, creemos que ayudará a implicar al tejido social en la gestión y en el diseño del festival, procurando que sea visto como un proyecto colectivo cuyos beneficios reviertan en la propia sociedad.

R. I.: Nos gustaría conocer más sobre las características de Jalgui!: cómo se articulará este festival, qué propuesta ofrece y cuáles destacaríais como sus características más representativas, su seña de identidad.

M.A.: Se trata de 8 propuestas, de 8 conciertos-tipo que nos gustaría mantener cada año, y que se podrán materializar en propuestas concretas cada edición. Así, por ejemplo, nos gustaría que cada año hubiera un concierto dedicado a la obra artística de mujeres otro a la música vocal en euskera y otro que explore los límites entre la poesía y la canción. Estas son las propuestas:

Ópera de Bolsillo– Producción operística original, moderna con dramaturgia actualizada y en formato reducido que ofrece la posibilidad de ser representada en espacios medianos y pequeños sin perder su esencia.

Nuevas Miradas-Espacio dedicado a propuestas musicales de artistas que apuestan por la experimentación y relectura de repertorio clásico y tradicional haciendo uso de las tecnologías de creación musical actualmente disponibles, situándose en los límites de los estilos musicales. 

Voces Enarmonía– Conferencia-concierto dedicado a la difusión de la polifonía vocal de las épocas renacentista y barroca, que tanto han influenciado la música de épocas posteriores, también la contemporánea

Jalgi! *ClassicLoung – Propuesta transgresora que acerca el repertorio clásico a salas de conciertos que habitualmente programan otros estilos musicales, y a sus códigos sociales. 

EuskalAbestiLirikoa – Recital vocal que investiga el repertorio basado en la música compuesta para textos y poemas en euskera, una lengua minorizada, así como de otras lenguas similares en nuestro entorno.

Música Hablada – Espectáculo poético-musical que explora la musicalidad de las palabras y la literalidad de la música, conjugando la sonoridad de la palabra hablada y la palabra cantada.

Descubriendo a la otra mitad – Concierto dedicado en exclusiva a la difusión y reconocimiento de música lírica escrita por mujeres o inspirada en la obra poética de mujeres.

Como se puede ver en estas propuestas, buscamos que nuestras señas de identidad sean la heterogeneidad, la hibridación, la innovación, la deconstrucción de la idea preconcebida a la música clásica. Creemos que la lírica también puede dialogar con nuestro siglo XXI, pero que ha de aprender a comunicarse en el lenguaje actual.

R.I.: Sobre los artistas invitados, ¿qué características buscabais en ellos y existe algún punto en común entre todos?

M.A.: Al partir de la idea del concierto como unidad, como género o como concierto-tipo, hemos tratado de dar con los artistas idóneos para las mismas. Hemos priorizado en todo momento la calidad artística de los mismos, pero sin olvidar la calidad humana, ya que el compromiso por la difusión de la cultura es una constante en todos ellos.

Hemos tratado, además, de dar la oportunidad de desarrollo a artistas jóvenes y locales. También participarán compañeros y compañeras con los que nosotras hemos tenido la oportunidad de coincidir a lo largo de nuestra etapa formativa y que nos han sorprendido por su originalidad y calidad. Por último, sin olvidar la brecha de género, muy notoria también en el mundo de la música clásica, la presencia de mujeres es especialmente notoria en el festival, partiendo de la propia gestión del mismo.

R.I.: ¿Qué efecto social y artístico os gustaría que el Jalgui! consiguiera?

M.A.:

  • Devolver a la VOZ HUMANA la categoría de instrumento musical por antonomasia, el que todos y todas tenemos, además de ser el más antiguo, natural y democrático de cuantos existen.
  • LLEVAR LA MÚSICA VOCAL A TERRENOS POCO EXPLORADOS, a rincones y espacios donde esta disciplina no ha tenido la oportunidad de ser disfrutada; por ejemplo, descubriremos que Schubert y la cerveza combinan de maravilla.
  • PONER PATAS ARRIBA LAS PRÁCTICAS Y LOS CÁNONES DE PROTOCOLO asociados al mundo de la música vocal lírica en particular y la música a clásica en general y demoler los prejuicios de elitismo y exclusividad asociados a este género: a la ópera se puede ir en chándal.
  • ROMPER BARRERAS ENTRE GÉNEROS Y ESTÉTICAS, demostrando que el diálogo entre ambas es no únicamente posible, sino conveniente.

  • Ofrecer la posibilidad de DISFRUTAR DE GRANDES MOMENTOS DE INSPIRACIÓN MUSICAL y de la obra atemporal de grandes creadores, del pasado y del presente (y, por qué no, del futuro). Quizás escuchando a Monteverdi encontréis las palabras exactas que os ayuden a enviar ese WhatsApp que no os atrevéis.
  • Reivindicar la MÚSICA EN VIVO como experiencia inigualable por su condición de única y efímera. 
  • Demostrar que más allá de gustos personales, formación musical o color preferido, LA MÚSICA VOCAL PUEDE DISFRUTARSE EN MULTITUD DE ESTÉTICAS, también la lírica, superando clichés o ideas preconcebidas en torno a ella. Queda terminantemente prohibido decir que no te gusta la ópera si nunca la has disfrutado en vivo.
  • Conseguir que DISFRUTÉIS y OS EMOCIONES tanto como nosotras. Y que VENGÁIS, ¡claro!

R.I.: Para terminar, nos gustaría conocer vuestra opinión sobre el panorama actual de festivales en País Vasco en particular y España en general.¿Os sentís identificadas con lo que en ellos se gesta o, por el contrario, discrepáis en alguno de los aspectos que podríamos considerar (o consideráis) generales y comunes a todos ellos?

M.A.: Sobre todo, en ciudades de tamaño medio, como Vitoria-Gasteiz, hemos detectado una falta de programación más variada en torno a la música clásica. Existe una gran brecha entre los grandes conciertos que giran por el país o por la comunidad y los conciertos de carácter más amateur o no profesional. Aunque ambos son imprescindibles y demuestran, sobre todo en el segundo caso, una tradición arraigada por la música vocal en el País Vasco, creemos que falta una programación más local, cercana, variada, que dialogue directamente con la ciudad y sus tradiciones, con el resto de festivales, es decir, que participe de la red cultural de la ciudad.

¡Gracias a Maite y Ane! Esperamos una calurosa acogida en Vitoria-Gazteiz y que sea el comienzo de muchos futuras ediciones.

Fotos de Yone Estívariz