Tras abrazar la canción popular en sus dos primeros discos en solitario, Meridiana (2016) y Diagonal (2019), Enric Montefusco se consagra como artista integral con la publicación -el próximo 18 de noviembre- de Viaje al centro de un idiota (Buena Suerte- K industria, 2022).  Extensión musical del montaje teatral del mismo nombre que a lo largo del último año ha pasado por festivales como Grec, Temporada Alta o  Mercat de Música Viva de Vic y teatros como Conde Duque (Madrid) o Auditorio de Galicia (Santiago), el nuevo doble álbum del que fuera líder de Standstill culmina un trabajo de exploración multidisciplinar sin demasiados precedentes: música, teatro y audiovisual en el principio creativo de trece movimientos que proponen una experiencia de alta -altísima- intensidad emocional.

Al margen del mercado y sus supuestas lógicas de consumo, Viaje al centro de un idiota está dividido en Infierno y Purgatorio, dos etapas de una larga inmersión en el abismo de la pérdida de la identidad, de la moral y de la razón. Con la sustanciosa colaboración de Nico Roig y Quartet Brossa, incorpora nuevas sonoridades cercanas al minimalismo, la electrónica retro o el spoken Word alcanzando registros musicales inéditos y, a su vez, situando los textos en el centro de la dramaturgia. De esta forma, arrastra al oyente a un exigente, pero muy gratificante viaje que comienza con un cortometraje de quince minutos a estrenar la semana del lanzamiento y que muestra el perfil más íntimo y también el más transgresor de un autor a contracorriente. Más que un disco, una catarsis que entiende el acto creativo como vía de transformación.