Cuarto disco de esta banda sueca que toman por bandera la producción casera como marca de la casa y que no dejan de ondear durante los 35 minutos que duran las 10 canciones que componen ‘Another day’

El disco arranca con ‘Tomorrow I’ll be fine’, todo un trallazo de pop nostálgico de guitarras limpias, coros que se van superponiendo, caja de ritmos y altibajos de intensidad que enlazan con un final de fiesta que quizás no termina cuando debe y se acaba haciendo demasiado larga porque no sabes cuándo va a acabar realmente. Es inevitable los ecos de otras bandas dependiendo de los mande en la canción. Desde The Pains of Being Pure at Heart cuando las guitarras son rápidas y con (no demasiada) distorsión. También recuerdan a Family, especialmente cuando juegan con la caja de ritmos, con todos los respetos a Aramburu y con todas las ganas de escuchar cosas que recuerden a tan magnífico álbum.

Y poco a poco se va disolviendo el caramelo. En algún momento retoma el espíritu bailongo con el que empezó el disco. Y aquí se puede empezar a convertir en un buen disco para quien guste de estos sonidos a medio hacer en casa o perder el interés que pudo suscitar al principio. Personalmente, a pesar del corto minutaje, se hace un disco repetitivo y poco memorable salvo por un par de temas que merecen la pena para alegrar al personal con algo fresco y festivo.