Después de cancelar el concierto de presentación del disco, tras no poder cumplir con los mínimos requisitos técnicos que se necesitaban, llega la oportunidad de ver a Manola en la capital de la mano de Inverfest.
El 25 de Enero, Manola, llega a la sala Siroco para dar vida a ‘El Sótano’ acompañada de Alex Fernandez, teclados y bajo, Francisco Montaño, programaciones y guitarra y Carlos Pinto a la Batería.
“La presentacion de ‘El Sótano’ se ha hecho esperar pero estoy convencida de que ha sido por una buena causa. Quiero darle una vida justa a las canciones de este disco y creo que Inverfest es un ciclo idóneo para ello” El directo, presentado por los cuatros integrantes, será una muestra fiel de su último álbum, generando ambientes que lo acompañen, incluidos algunos de sus singles antiguos, así como su última colaboración con Lori Meyers.
El Sótano de una casa, suele ser un lugar caótico y desorganizado. Un lugar donde los recuerdos cogen polvo mientras nuestra vida pasa.
Un Sótano, puede ser un espacio útil, pero la realidad es que, si no bajas a ordenar las cajas, ese sitio puede producirte la misma sensación que cuando almacenamos emociones que no podemos afrontar.
Hace tres años, mi sótano estaba lleno de cosas que había ido obviando por el miedo a hacerles frente, pero cuando me fui a Madrid a vivir, estás canciones empezaron a cambiarlo todo, como si de una vía de sanación se tratara. Cada canción triste se convertía en mi guía para estar alegre. Asi que, una vez que entendí que esto no eran temas aislados, empezó la creación consciente de este disco, que es, sin duda, el trabajo más bonito que he hecho en mi vida.
El Sótano es un disco que definiría como un proceso emocional en el que los sentimientos van transformandose, desde la primera canción hasta la última, de manera progresiva.
Es un disco que se basa principalmente en el anhelo; hacia mi tierra, mi gente y mi tranquilidad. Pero el anhelo no es el único sentimiento, ya que a través de él pude experimentar emociones tan primarias como el amor o la rabia. Cuando empecé a componerlo, ni si quiera era consciente de que formarían parte de algo, pero cada canción era una caja que tiraba y un espacio libre para poder decorar. Estas canciones me hicieron acercarme más a mi casa, así que, ahora, con este disco en mis manos, puedo ver ese sótano convertido en un salón lleno de plantas donde soy más libre que nunca.
PROCESO DE CREACIÓN
Es curioso que aunque el significado principal de este disco lo asocio a ese proceso emocional, El Sótano tiene otra acepción.
Cuando las canciones empezaban a aunarse supe que era hora de darles un sonido sólido que las unificara aún más. Este proceso no habría sido nada sin Alex Fernandez y sin el lugar donde lo trabajamos: el sótano de la casa donde me crié.
Fueron meses donde trabajamos mano a mano, olvidándonos de nuestra situación vital para centrarnos en lo único que nos hacía bien.
La música ha sido siempre nuestro dios y este disco fue la ayuda que necesitábamos.
La producción fue el proceso más bonito del disco ya que con cada canción compuesta, Alex y yo nos sentábamos a imaginar y a envolver a esos los temas a piano, por lo que para mi, es aún más especial, ya que en un 90% está tocado por nosotros dos, desde el sitio más sencillo que había, sin pretensiones.
Las baterías las grabó Ramiro Nieto en Reno y una vez terminadas fuimos dos veces a La Mina con Raul Pérez para ponerle el broche a unas canciones que, desde ese sótano ya hablaban por sí solas.