TURNSTILE
Never Enough
Roadrunner Records
Junio 2025
Isidrink
Redactor
Turnstile supuso para muchos de nosotros una vuelta de tuerca al hardcore punk de toda la vida que supo hacer bombear el corazón de forma diferente, original y fresca. La evolución de esta gente, entre riffs, actitud, melodías y velocidad, hizo sonar el hardcore underground entremezclado con funk y R&B colándose entre estacazo y garrotazo de esos que hacen temblar los cimientos del edificio. Eso fue lo que consiguieron cocinar con Time & Space (2018) y, llevando ese jugueteo vitalista y travieso hasta el extremo, nos sorprendieron con Glow On (2021) convirtiéndo a Turnstile en la banda del género más influyente de la última década. Ahora tenemos entre manos el Never Enough (2025) que llega ya con una banda muy alejada de los garitos oscuros y mugrientos que les vio crecer y desarrollarse. Supone la continuación —más introspectiva— del anterior y, desde mi punto de vista, menos interesante y original. No quiero decir que no tenga melocotonazos pero este disco suena tanto a lo ya hecho que hace que te preguntes si no se dejaron el disco duro encendido y se les mezclaron las demos.
Además, debo decir que esos sintes, delays y reverbs infinitos —de los que se abusa hasta la extenuación en algunos cortes— me cuesta verlos con un propósito claro. De igual manera que ocurre en algún corte que se ve alargado, desde mi punto de vista, sin necesidad (Look out forme) o la mera existencia de Ceiling en el disco —la fulminaría sin remordimiento alguno—. En líneas generales es un gran disco que se mantiene en la senda del anterior pero que se diluye en una fórmula que, por momentos, hace que el harcore punk suene como un eco del pasado. Lo que unido a cortes pausados y detenciones monótonas, provocan que el disco pierda la intensidad, fuerza, energía, vitalidad y la potencia que les caracteriza a ellos en particular y al hardcore punk en general. Hasta el punto en el que me atrevería a recomendar su escucha saltando los viajes de sinte —si no tienes psicotrópicos a man — y dándole al play de nuevo.
En fin, entiendo que la banda lo está petando y que así va a seguir porque aunque se repitan, estos cabrones siguen sabiendo lo que hacen. Me alegro por ellos ya que quizá es la banda dentro del género que más se ha colado en el mainstream pero, en el fondo, lo que más me jode es no poder volver a verles en una sala pequeña y sudar con ellos hasta rozar la muerte en el gozo porque en directo siguen siendo una apisonadora.