Madrid. 29 de mayo de 2025, La Caja Mágica

Segunda edición del festival Tomavistas en la Caja Mágica de Madrid, en un espacio reducido respecto a la edición anterior, y un cartel dividido en tres días en el que el reparto de conciertos desvelaba claramente el público objetivo de cada uno de ellos.

En su búsqueda de la configuración que mejor se adapte al festival este año los dos escenarios grandes se colocaron paralelos en un lateral del aparcamiento, reduciendo el espacio de pista para adecuarse al menor aforo proyectado ante la ausencia de grandes nombres que arrastrasen al público generalista. El sonido de estos escenarios, como ya es habitual en el Tomavistas, volvió a ser fantástico, pudiendo disfrutar del concierto sin problemas desde prácticamente cualquier parte de la pista, algo especialmente importante durante las primeras horas de la tarde cuando el público se refugiaba del calor bajo las contadas sombras existentes.

El escenario pequeño se ubicó en el interior de la segunda de las pistas de tenis de la Caja Mágica. En el interior del pabellón el eco del concierto se hizo insoportable por momentos, afectando al buen sonido, una de las marcas reconocibles del festival. Además, la separación física con respecto a la pista del festival, junto con el estrecho acceso y las limitaciones técnicas de un escenario tan pequeño harán que éste desaparezca, con casi toda seguridad, del plano de la edición del 2026

Fernando Tello

Fernando Tello

Redactor & Photo

Pakito Serrano

Pakito Serrano

Redactor

La primera jornada del festival tenía absoluto protagonismo nacional, mayoría de presencia femenina y un cartel pensado para atraer al público más joven. La inauguración del Tomavistas corrió a cargo de la castellonense Xenia y su propuesta de dark pop y electrónica envolvente que conecta con una audiencia ávida de nuevos sonidos y con la que se está haciendo hueco en grandes festivales. A continuación, Barry B se encargaba de estrenar el escenario principal para presentar su primer largo, “CHATO”, con el que está agitando las rígidas fronteras estilísticas del actual panorama musical. Un poderoso y robusto directo con el que hizo saltar a un buen grupo de seguidores que se agolpaban en las primeras filas de la pista. 

Maria José Llergo lucía su espectacular voz bajo un sol de justicia al ritmo de su “Ultrabelleza”, un disco que se encuentra entre lo mejor del 2024 y que rezuma raíces flamencas, sentimiento y espíritu aventurero por los cuatro costados. La de Pozoblanco es capaz de emocionar y transmitir como pocas en directo, un tesoro que ya es patrimonio musical de este país. En el escenario del pabellón Ganges presentaba su nuevo LP “Sora”, un trabajo más adulto y compositivamente complejo con el que se consolida como una de las mejores representantes del nuevo pop femenino en España. Su concierto fluye de forma divertida, como su música, entre los compases más melódicos del bedroom pop y el trip hop hasta la palpitante mezcla de indietrónica (otaku) e hyperpop.

El extravagante concierto de (sub)realismo pop de una Jimena Amarillo sin banda, pero con ganas de divertirse sobre el escenario daba paso al momento álgido del jueves y quizás el más maravilloso de todo el festival. Y es que la presencia de Amaia sobre el escenario es hipnótica además de mágica. La de Pamplona conquistó la noche madrileña a lomos de su dulce “caballito” con las alforjas llenas de simpatía, espontaneidad y sobre todo buena música. Con un setlist centrado en su último y más ambicioso trabajo, “Si abro los ojos no es real”, fueron sucediéndose temas como “Magia en Benidorm”, “M.A.P.S.” y “Tengo un pensamiento”. Especialmente emocionante fue su versión del “Santos que yo te pinté” de Los Planetas acompañada por un coro de casi 5.000 personas. “Bienvenidos al show” ponía la guinda festiva a la demostración de poderío y talento de la ex concursante de Operación Triunfo.

Mala Rodríguez cerraba la jornada del jueves con la celebración del 25 aniversario de “Lujo Ibérico” repasando todas las canciones del disco con el que dio un golpe sobre la mesa del patriarcado musical marcando un antes y un después en la escena urbana de nuestro país.