Francisco Serrano

Francisco Serrano

Redactor

Ángel Muñoz

Ángel Muñoz

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Madrid, 22 de mayo de 2021, Parque Enrique Tierno Galván

Tras un año más en el que no ha se podido celebrar el Festival Tomavistas en condiciones de seguridad, el pasado viernes arrancaba una nueva e ilusionante edición del festival en su versión Tomavistas Extra con varios pares de conciertos repartidos a lo largo de dos fines de semana, con aforo reducido en el magnífico emplazamiento en el que se ha asentado tras las exitosas ediciones anteriores, el parque Tierno Galván de Madrid. 

El viernes 21 abrieron el festival Maria Arnal i Marcel Bagés, que presentaban su nuevo y reciente trabajo junto a Le Parody. Para ese primer día las entradas estaban vendidas en su totalidad con días de antelación, pues la magia del cartel con el que se presentaban en Tomavistas Extra este año había provocado que casi todos los conciertos programados tengan todas sus localidades agotadas antes del comienzo.

El sábado 22 nos tocaba acercarnos al Tierno Galván para disfrutar de Triángulo de Amor Bizarro y The Parrots. Con una sonrisa difícil de disimular volvíamos al parque y al festival en el que tan grandes momentos hemos vivido. Ya en el acceso pudimos comprobar el excelente trabajo y la gran cantidad de medios que la organización ha dispuesto para que la experiencia en el Tomavistas sea la mejor y la más segura posible. Nos acompañaron a nuestra mesa, nos ubicaron en una zona destinada a no fumadores y en cuestión de minutos habíamos pedido por la aplicación accesible a través de un código QR y estábamos disfrutando de nuestras cervezas esperando la salida de The Parrots mientras se sucedían los temas pinchados por el DJ Álvaro Naive que fue el encargado de amenizar la espera. 

Una de las grandes ideas del festival de sus anteriores ediciones fue programar DJs de primer nivel entre concierto y concierto, de forma que la música nunca parase desde el inicio al final del mismo. Para esta ocasión han repetido el formato, siguiendo la máxima de que si algo funciona no lo cambies. 

The Parrots llegaron al Tomavistas repletos de energía, acumulada tras más de un año sin tocar en directo, y dispuestos a caldear el ambiente para el advenimiento de los esperadísimos TAB. Acompañados de varios amigos en los instrumentos, Álex de Lucas y Diego García, los miembros fijos de The Parrotos aprovecharon la ocasión para presentar bastantes temas de su próximo disco, canciones tanto en español como en inglés, que siguen la línea evolutiva marcada por “Maldito”, tema recién estrenado en el que colabora C. Tangana que ha sido todo un éxito en las últimas semanas. La inclusión de teclados e incluso un saxofón en su nuevo directo, junto con ritmos más urbanos marcan la nueva línea estilística de los madrileños que siguen sobrados de descaro y frescura como demostraron en “No me gustas, te quiero”, su canción más reconocida y personalmente la que más me gusta de la banda. 

Triángulo de Amor Bizarro suena mejor tras la caída del sol, pues la noche nos ayuda a canalizar mejor la rabia que necesita nuestra música. Con esas palabras, explicaba Isa la necesidad de aire libre y nocturnidad de los TAB, que a pesar de haber dado algunos conciertos tras superar las peores restricciones de la pandemia no había podido presentar todavía su último LP en estas condiciones. Su ilusión era tremenda, y la nuestra más. “Triángulo de Amor Bizarro” (Mushroom Pillow, 2020) fue para mí el disco más importante del año pasado, me acompañó en los momentos más difíciles del confinamiento y me ayudó a conllevar el día a día encerrado en casa. Además, me parece el disco más completo y enorme musicalmente de los gallegos, le tengo especial adicción, por lo que el concierto del sábado me supo a comunión y liberación (aún sin poder moverme de la silla).

Durante algo más de una hora los Triángulo repartieron zurra como nunca. Ya fuera repasando los temas de su último LP como “No eres tú”, que abrió el concierto, “Canción de la fama”, “Ruptura”+“Fukushima” tocadas como un combo o “Folía de las Apariciones”, canciones que nos hicieron gozar del lado más industrial de la banda; o ya fuese revisitando sus grandes éxitos como “Baila Sumeria”, “De la monarquía a la criptocracia”, “El fantasma de la Transición” o “Barca Quemada” con los que vibramos y saltamos sobre nuestras sillas haciéndonos liberar gran parte de la ira contenida durante muchos meses de pandemia y ausencia de música al aire libre, pues para muchos de nosotros la música en directo, además de cultura, es una vía de escape que nos ha hecho mucha falta durante los últimos tiempos. Esa ira y rabia contenida, esta vez y por última en la noche, la canalizamos nosotros al grito de “Cura mi corazón” en un cierre de concierto simplemente perfecto.