Madrid, 30, 1 y 2  de julio de 2022. Caja Mágica

Una vuelta de Rio de Babel que nos ha dejado sin palabras y con muy buen sabor de boca. Allá por marzo, nos sorprendían con un cierre de cartel a la altura que sobrepasaba las expectativas. Un festival que vuelve a la capital tras 3 años de espera. Se celebraba los días 30 de junio, 1 y 2 de julio en la Caja Mágica de Madrid.

Belén Fernández

Belén Fernández

Redactora

Ángel Muñoz

Ángel Muñoz

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No podemos sin más decir y felicitar por la organización del evento y el trabajo de tantas personas. Lo que caracteriza un buen festival aparte del cartel es la comodidad para el público. Buena gestión en la recarga de pulsera, buena capacidad de baños públicos, atención de barras de bar con muy poco que mejorar aún sabiendo la gran cantidad de público que se encontraban concentradas allí, casi 60.000 en los tres días.

Todos los asistentes pudimos comprobar como este año había 2 nuevos espacios en el festival. Uno de ellos era Babel Comedy, un escenario dedicado al humor, algo que hacía falta recuperar tras estos últimos años. En este escenario se dieron cita los mejores humoristas del momento: Inés Hernand, Iggy Rubín, Eva Soriano, Ignatius Farray, Carolina Iglesias y otros muchos.

El espacio que despertó nuestros sentidos fue el de Art Babel. Allí, el colectivo de arte digital Mintamintae, formado por creadores de diferentes disciplinas, se han unido con el objetivo de crear arte. Cada artista generó una obra exclusiva para la ocasión, siguiendo la temática del agua. Agua que fue escasa en algunas ocasiones, faltando puntos potables por todo el recinto y agotamiento de la misma en las barras de bar  habilitadas para su venta.

Como se pudo sentir, Río Babel ha querido apostar en esta edición por la pluralidad de propuestas creativas y por hacer un homenaje a Madrid, a su carácter  tolerante y acogedor.

En el plano musical, emoción, magia y recuerdos son los que nos hizo sentir Dani Martín. Una voz y directo impecables, acompañado de un maravilloso gusto de audiovisuales que hacían que la gente entrase en una burbuja que hacía mucho que no la sentían. Un concierto realmente especial que terminaba con un maravilloso cierre con su canción tan mítica de zapatillas y con sus grandes amigas y compañeras de profesión, Las Ginebras.

Qué decir de este grupo de 4 chicas, de los mejores grupos femeninos de pop actualmente en España. Magui, Sandra, Juls y Raquel, nos hicieron saltar y cantar “a grito pelao” su tan conocidas canciones Paco y Carmela  y Alex Turner. Una vibra reivindicativa y joven que nos hizo sentir en un sueño durante hora y media.

También se dio cita a esta primera jornada de festival la carga social de las letras de Travis Birds, la rumba y reggae de Macaco (con varios minutos de remix rumbero incluido bajo los acordes de “somos la fiesta”), o el punk-rock de Carolina Durante, estos últimos encargados de cerrar una primera jornada de festival a la que se dieron cita casi 18000 personas.

Las intérpretes gallegas sí que pisaron fuerte en el segundo día de festival!. Tanxugueiras fueron con unos maravillosos outfits a la altura de este evento. Dieron un concierto que nos hizo sentir que la música realmente no tiene fronteras y que lo importante es transmitirla, sin importar si está cantado en otra lengua. Tres compañeras valientes y reivindicativas que recordaron la importancia de poner voz al acoso sexual.

Los siguientes en poner música al atardecer en Madrid fue el grupo, Tu Otra Bonita, el buen rollo, la fusión, el flamenco y acordes locos. Esa sensación de escuchar su tan famosa canción “alegría de vivir” entre la aclamación del público y el ocaso.

La siguiente en actuar fue una de las mejores cantautoras que tenemos actualmente en España. Una puesta en escena magnifica a la altura de una artista como ella. Hacía mucho que no recordaba la sensación de estar trasladada a unas letras tan especiales. Con un escenario iluminado en tonos rojos y negros pudimos saltar y cantar por fin, BERLIN U5.

Tras la finalización de Zahara, llega el tan aclamado Puchito, sólo él podía montar un guateque en un escenario de un festival, brindar en champán y lanzar fuegos artificiales. Recuerdo escuchar comentarios del público alabándolo como “estamos ante un videoclib”, qué gusto, qué elegancia y qué profesionalidad a la hora de realizar este espectáculo.  Lo hace de la mano de los cantaores Niño de Elche y José Carmona, entre muchos más artistas.

La fiesta flamenca acabó por todo lo alto con Tangana y su Tranquilísimo, que encendió al público más joven. Quizá el madrileño no sepa “ni cantar ni afinar” como dice su gira, pero con este show no le es necesario. Sorprende por su mezcla musical, su ritmo, su energía. Más aún cuando fue una noche con un público realmente entregado.

La diversidad cultural que pretende explotar el joven festival se veía ilustrado en cada cambio de escenario donde el “Que bueno” de Cheti, la cumbia de Miss Bolivia (mención especial a su grupo de baile que sobre las 18:30 de la tarde veraniega madrileña explotaron sobre el escenario subiendo las revoluciones del festival durante la hora de concierto), y el hip hop de Ambkor también formaban parte del cartel.

La noche no pudo acabar mejor que con el grupo Parov Stelar que puso a todos los que no se habían ido a casa a bailar con su electroswing!.

Pero aún no estaba dicho todo, aún quedaba una última jornada en la que todos los focos estaban puestos en el otro lado del charco, y más particularmente en uno de los artistas internacionales más relevantes del país de Puerto Rico, sino el que más. René Perez o como le conoce todo el mundo Residente se daba cita en el festival Rio Babel por segunda vez para impregnar con su rap la pista de baile. Un repertorio que apenas daba unos pocos segundos de descanso para dirigir unas breves palabras al público continuando posteriormente con una marcha incesante hacia el disfrute y el baile.

No faltó la reivindicación social que ya habíamos visto en otros artistas como Macaco o Ambkor, con alusiones claras y directas a los problemas políticos, sociales, de fronteras y a la guerra que afrontamos durante estos días; desierto para el que este festival supuso un oasis de paz, disfrute y tranquilidad.

Pero Residente no estaba solo en esta tercera sesión. Los encargados de encender por primera vez los focos del escenario fueron Ciudad Jara. El grupo que surgió y subsistió durante el confinamiento llenaba la pista en plena “ola de calor” para sacarnos del show acústico de los años anteriores y poner sobre la mesa todo su potencial ante un público que abarrotó la explanada frente al escenario principal coreando incesantemente “La canción del pensador” o “El último pasillo”.

Si el hermano mayor era el encargado de encender las luces, no fue otro, sino el hermano menor, el encargado de apagar los focos de esta cuarta edición del Rio Babel. “Levantad todos los manos, esta foto se la enseñaré a mis padres y no quiero que digan que en Zoo hubo más gente”. El mayor ya vaticinaba lo del menor, pues de las tres jornadas, no hubo tanta gente en el cierre como durante el concierto de este. Público ansioso de “Ventiladors”, de “Esbarzers” o de “Tobogan”. Los valencianos estuvieron a la altura y superaron las expectativas.

Entre medias, el poderío y la presencia sobre el escenario de Rayden y su grupo, agradeciendo de nuevo a los asistentes su perseverancia bajo el sol, su apoyo y su buen rollo. No faltó “Calle de la llorería”, “La mujer cactus y el hombre globo” o “Haz de luz”.

Las melodías de Muerdo, el irreverente show de Fat Freddy´s Drop, la gran verbena de Querbeat (destacar el buen rollo que transmiten y sus continuos intentos de hablar español) y el rock de Molotov; completaban el cartel de esta tercera sesión de una cuarta edición para el recuerdo.

Las expectativas eran altas, pero, visto lo visto, muy complicado lo va a tener el festival Rio Babel para su quinta edición. ¿Con qué nos sorprenderán?