Madrid, 10 de septiembe de 2023. Alcalá de Henares

El cielo encapotado, se avecina tormenta. Largas colas para entrar a Los conciertos de la muralla, organizado por Emotional Events, porque hoy canta, mejor dicho, actúa e interpreta sobre el escenario sus canciones, una leyenda viva de la música española. ¿Saben quién es? Sigo dando pistas.

Caen algunas gotitas, pero la lluvia se resiste, respeta al artista, que a las 20.45 pisa el escenario, todo de negro, como es su costumbre. El público que abarrota La huerta del Obispo, en pie. Ovación y comienza la función. Nos regala, junto a su gran orquesta formada por quince músicos, las tres primeras canciones antes de cantar uno de sus clásicos: digan lo que digan, este genio sigue en plena forma a sus 80 primaveras. ¿Alguna pista más?

Carlos Puggi

Redactor

Vanessa López

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Pues esperen porque solo es el comienzo. Ante las autoridades en primera fila, con Miquel Iceta, ministro de cultura y deporte, entre ellos, divide su repertorio entre su nuevo disco, Victoria y grandes éxitos de todos los tiempos. Se despoja de su chaqueta negra y nos muestra su sempiterna camisa del mismo color. Esta es de nuevo, su gran noche, y no falla. El público, que tampoco falla, se pone en pie para aplaudir entre canción y canción. Le quieren, le adoran. Y el artista les sigue enamorando. Se permite el lujo de bailotear con esa gracia que le corresponde y sigue adelante. Presenta una de las canciones escritas por Pablo López, entre grandes gotas de lluvias que se atreven a aparecer de vez en cuando con truenos y relámpagos de fondo que alumbran aún más la noche. El público saca sus paraguas durante breves minutos, pero la lluvia vuelve a dar tregua al intérprete.

Es hora de grandes versiones como La quiero a morir, La llorona o Gracias a la vida. El público se enamora con canciones que parecen caricias y se prepara para la recta final. Es cuando aparecen los temas que nunca pueden faltar: Estar enamorado, Que sabe nadie, Yo soy aquel, Escándalo y Como yo te amo, para decirle a todo su público que él también los ama. Y ese sentimiento es recíproco porque todos los asistentes se levantan para despedir al artista, al genio, al intérprete que demuestra que sigue en estado de gracia.

No existen sus años, existen sus canciones, sus emociones y su intensidad que sigue intacta.

¿Todavía no saben de quien hablamos?

No son de este planeta, como aquel de que hablamos.

Raphael.