Su rock característico convive en el álbum con su alter ego «Don Condor eta Ñora Alacran» dedicados a la cumbia surf

Llevaban tiempo anunciando su cuarto disco largo llamado “Niña Coyote eta Chico Tornado vs Don Condor eta Ñora Alacran”. Un álbum compartido con una banda de cumbia surf que luego se desveló como un alter ego del propio dúo.

Hoy por fin se ha publicado el disco, un álbum con dos caras, nunca mejor dicho, con sonidos bien diferentes (rock y cumbia) , pero con el carisma y el sonido que ha caracterizado siempre a los donostiarras. Una auténtica batalla de gallos entre sus dos frentes , las que simbolizan en la portada con la granada y la piña. En total, 14 temas grabado en julio en los Estudios Bonberenea por el inquieto y conocido músico Karlos Osinaga y su alter ego Karla Grezzi. Y que nos llega con el diseño gráfico de Xavi Forné (Error Design). Todo ello producido por Koldo Soret y masterizado por Jonan Ordorika.

“Eguzkiari itxoiten” arranca un disco que busca la luz del sol por momentos desde la pesadez de los ritmos y las guitarras agarradas al subsuelo. “Sekurokrazia” continua con la senda de mensajes oscuros, sin quitarnos las gafas de sol, con un texto de Ioritz Apaolaza. En “Erleak ahoan” parecen coger el caballo a ritmo acelerado para hacer un cambio brusco de velocidad.

“Space coyote” o “Oh sunny silver!” nos muestran dos instrumentales clásicas del dúo, que podían ser banda sonora de cualquier película de acción sea de Tarantino o de serie B, donde haya persecuciones por la autopista o por el desierto. Que Niña Coyote eta Chico Tornado suenan como si fueran una banda de 5 instrumentistas no es ningún secreto. Ellos han trabajado desde hace mucho tiempo un sonido arrollador a base de capas y pedales que se muestra en temas tan rodados como “No way” o la épica contenida de “Tarántula” con texto de Harkaitz Cano.

La cara B del disco cambia de registro. El tema “Boom Boom” arranca desde el suelo , haciendo desaparecer la batería para jugar con percusiones de cumbia, ralentizada hasta la agonía, y paseada por la oscuridad de forajidos por la que acostumbran a moverse con precisión. Con “Sin guarache” el disco se ilumina con guitarras soleadas, un bajo juguetón y una melódica. “Dantzan” nos sorprende con una Ñora Alacrán que después de reírse se anima a cantar con soltura mientras aparecen solos de acordeón. La letra es obra de Maialen Lujanbio. Precisamente este instrumento junto a la guitarra parecen hundirse en una ciénaga en la instrumental “Cumbia en el pantano”. “Hilobia lantzen” versiona el tema de Anestesia bajándole la velocidad al ritmo de un enterrador y mostrándonos una cara bien diferente. “Me gusta pistear” y “El niño de la cometa”, que parece una cumbia rock setentero, no hacen si no confirmar que éste el disco más variado y divertido de Niña Coyote eta Chico Tornado.