Una canción radicalmente pop, luminosa, llena de optimismo e inundada de esa energía que está presente en todos los singles que hemos podido escuchar hasta el momento de este nuevo trabajo y que caracteriza la nueva etapa de la artista.

Nadie muere de amor es un himno radiante al buen rollo, a amar sin miedo, a caer para volver a levantarse. A vivir. Y qué mejor forma de celebrar la vida que bailar al ritmo de esta canción.