DISCO DEL MES DE DICIEMBRE DE 2024
North Records
Estamos en 2024, es bueno recordar este dato. Los madrileños Morgan han publicado su disco en formato físico. Si lo quieres escuchar en la plataformas de streaming correspondiente, tendrás que esperar al año que viene, son dos meses, pero es interesante esta propuesta por lo de antes, lo pre-streaming. Quizás sea una campaña de venta, quien lo compre, le llegará en enero, y ahora tendrá una descarga digital para escuchar esta nueva joya, pero es importante comenzar a distinguir entre lo streaming, que ahoga a las bandas hasta exprimirlas, y lo físico.
Fernando Tello
Redactor & Photo
Siguen siendo el iceberg de la música americana patria, y lo seguirán siendo si facturan temas como los que se enmarcan dentro de este nuevo disco. Su “Hotel” tiene un lustre excelente y vuelve a ser excitante el ir entrando en cada habitación para ver que tiene dentro, cada una con su decoración distinta, con su propia sintonía, cada una con un color de piel diferente, pero formando un todo inmejorable.
Lo que viene ahora son cinco temas en castellano de los once que tiene el disco. No depende de lo que tiene que ser, es un modo, el de Morgan, donde prima lo que sale, hay canciones que piden inglés desde lejos y otras no. Lo que está claro es que siempre aciertan. Si una cosa sabe la banda madrileña es dar a las letras lo que piden, blues, rock, funk, cada una tiene en su justa medida lo que tiene que tener.
Se han ido a los fiordos noruegos a grabar el disco, viaje en la furgo incluido, lo que hace que se ponga todavía más de manifiesto que Morgan son una familia. Eso se nota en todo, no solo en los directos, en una gira, la próxima, que seguro será larga, se nota en todo, desde el primer acorde hasta la última nota del disco demuestra buen rollo y calidez. Siempre se ve a las bandas por fuera, hora y media de concierto y a casa, pero son muchas horas de contacto, viajes, pruebas, ensayos, y esto se traduce en lo que se ve en el directo, complicidad, miradas, y un trabajo bien hecho.
Una potente base rítmica con unos bajos precisos y una batería contundente cuando debe serlo y sutil cuando se le pide. Unas guitarras rasgadas de ensueño combinadas con unos órganos con una pizca de psicodelia hammoniana maravillosa. Y todo ello con una voz de las mejores del panorama nacional. Una fuerza vocal solo pensada en la de las americanas pero que es de aquí, Nina es nuestro mejor producto interior bruto, un valor en alza que todavía podría alcanzar mayores hitos, estad atentos. Nada que no sepamos, pero subiendo un peldaño más. El disco completo navega entre unos medios tiempo precisos como “Error 406”, temas que crecen hasta la extenuación, como el espectacular “Radio”, acústicas como “Arena” y así hasta once temas que uno a uno son excepcionales.