Madrid. 9 de diciembre de 2022, Sala Copérnico

La Élite volvía a agotar las entradas para un concierto suyo en Madrid por segunda vez este año. Tras su visita a la capital en mayo dentro del ciclo Sound Isidro el dúo volvía a Madrid de la mano de Mazo Madrid y lo hacían ya con el cartel de grupo revelación totalmente ganado.

La apertura de la noche corría a cargo de los también catalanes Els Cundits, que presentaron su reciente nuevo álbum “Volum 2: Destresa, Audàcia i Veritat”. Els Cundits facturan una mezcla de trap trashy y electrónica que bebe de los años 90 cantada totalmente en catalán, además manejan con soltura los códigos de lenguaje y comunicación propios de la generación Z. En su directo crean una atmósfera totalmente festiva demostrando soltura, seguridad y conexión con el joven público.  

Pakito Serrano

Pakito Serrano

Redactor

Con una sala Copérnico ya totalmente abarrotada llegaba el turno del dúo ilerdense. Teníamos muchas ganas de descubrir la propuesta de La Élite en directo y, por la expectación que se respiraba en sala momentos antes del comienzo, no éramos los únicos. Ataviados con gafas de sol de inspiración bakala noventero y acompañados únicamente de voz, un pequeño teclado y un pad La Élite nos deparó un concierto breve pero intenso en el que se tocaron el “Sorry not Sorry” (Lá Élite Records, 2019), su único LP hasta ahora, y todos sus últimos sencillos.

Un concierto de La Élite es como una pequeña rave muy concentrada. Como en las fiestas electrónicas el sonido de carencia incesante te envuelve con su melodía y no puedes parar de bailar y saltar, inevitable. Los pogos se suceden en la pista, se suda, se pierden zapatos, se invade el escenario y se mantea al personal. La sensación de euforia te invade por momentos.

Las letras de las canciones, de inspiración punk, apenas son distinguibles de las vocas de sus miembros pero cantadas en grito por todo el público conectan inevitablemente contigo aumentado tu sensación de poder, de pertenencia a un grupo, uno reducido y exclusivo, que salta y canta como un todo. Poco importa lo que sucede sobre sobre las tablas más allá de lo que todo La Élite son capaces de transmitir con tan pocos medios y dotes musicales.

En el bolo dio tiempo incluso para la colaboración de The Parrots en voz y guitarra, a conocer la versión del “She lost control” de Joy Division y gritar “Autosuficiencia” de Parálisis Permanente, dos de las claras influencias de la banda. Tras el repaso, de lo más disfrutón y sin descanso, de su discografía, “Niño Rata”, “Neo Hippie”, “Vida de 1€”, “Bailando”, “Contento de ser feo” y el reciente “Todos me miran mal”, la banda se despedía hasta la próxima con su irrefutable himno “Nuit Folle” y  el mítico “Marlburro”.

Después de esto los fines de semana yo solo quiero conciertos de La Élite.