Fernando Tello
Redactor & Photo
Volvemos a la carga con ese recordatorio de lo que sonaba veinte años atrás. Antes, nos ponemos en situación, con lo que pasaba en el mundo, en ese octubre de 1998. La economía hacía “crack” o eso decían todos. Desplome de la bolsa en varias jornadas “negras” ante la preocupación por una gran recesión de la economía mundial. Detienen a Pinochet en Londres, por orden del juez Garzón, que en aquel tiempo era juez. Y el del bigote decide no hablar de él, porque le molan los dictadores, eso lo digo yo. España está inmersa en unas elecciones vascas que monopolizan todas las noticias al final del mes.
Froilán es bautizado en la Zarzuela, ya se le intuía una gran carrera, no en los estudios, pero si en lo demás. A día de hoy sigue siendo el más chungo de su familia por detrás de su abuelo. Más de medio millón de estudiantes salen a la calle por una mejor educación, lástima que estemos hablando de Francia. Si se hubiera hecho aquí, ahora sería otra cosa, seguro. Pedro Duque viaja en el Discovery, el transbordador, para conseguir ser el primer español en el espacio. 20 años después, se puede decir que ha entrado en barrena, ahora es ministro. José Saramago, que no “Sara Mago”, consigue el primer Nobel en lengua portugesa. El Álcazar de Toledo se convierte en biblioteca en una de las mayores actuaciones por la cultura de los últimos veinte años.
En las listas inglesas, el mes comienza con el número 1 de Manic Street Preachers con uno de sus discos más mediáticos y de más éxito de su carrera. Phil Collins y un recopilatorio les quitaba ese primer puesto. El final de mes estaría comandado por Beautiful South hasta que llegó Robbie Williams para copar ese primer puesto entrando directamente, sin previos y sin aviso.
Lo primero esta vez va a ser lo de aquí, que hubo y bueno. Le Mans seguía su vida maravillosa con “Aquí vivía yo” y sus sonidos suaves, aunque esto ya llegaba a su final. La portada de Aramburu completaba junto a sus dos anteriores Ep’s la palabra FIN y así, Le Mans, dejaba ese importante legado en el ámbito sonoro nacional con temas que pasarán a la historia de la música. Algo muere con la intención de que otra nazca en muchas ocasiones. Los Niños Mutantes no se creaban en octubre del 98, pero si que dieron su primer gran paso para convertirse en lo que son, una de las grandes bandas de la escena indie. Su primer disco contenía perlas como “Veneno-Polen” que todavía se deja caer en muchos de los directos que hacen ahora. Ese primer trabajo les trae un éxito rotundo desde el momento inicial. Esos sonidos de guitarra tan definidos y melódicos combinado con las letras en castellano, eficientemente estructuradas, hacen de los Mutantes una banda que desde su comienzo traspasan la línea de lo independiente y gusta en otros ámbitos a los que quizás nunca pensaron llegar. Tocarán al año siguiente en los festivales decanos, FIB y Contempopranea. Y mientras preparan su segundo trabajo, se dedican a grabar versiones que les gustan, transformando, a veces, las letras al castellano. Algo que les otorga también bastante éxito.
Brian Molko y Stefan Olsdal formaron Placebo dos años antes al cruzarse en el metro de Londres, después de haber estudiado juntos en Luxemburgo. Algo que quizás no tenga mucha explicación, pero que tratándose de Placebo es algo muy normal dentro de lo excéntrico de una banda que en poco tiempo se colocó entre lo mejor del panorama internacional. Culpa de ello tuvo su segundo trabajo. Quizás, el mejor de Placebo para algunos. Lo que si es muy caro es la gran calidad de la mayoría de sus temas y que varios de ellos se convirtieron en imprescindibles en cualquier lista de éxitos veinte años después. David Bowie entra a cantar uno de los temas, el que da titulo al disco. Esto hace que todavía tenga mucha más repercusión su disco. Temas como “Every Me Every You” les hizo traspasar las fronteras inglesas, si no lo habían hecho ya, y posicionarse en las bocas y las mentes de toda Europa y de medio mundo. A todo ello también contribuye el posicionamiento extraño de su líder y el ser una banda que no se repite, ni se repetirá nunca. Algo de lo que disfrutar sin la sensación de haberlo visto antes, ni de pensar que lo puedes ver años más tarde. Placebo entra en el Olimpo de los Dioses con su segundo trabajo del que se cumplen esos veinte años que no han hecho envejecer su música, que sigue con un vigor y en resonancia muy, pero que muy actual.
Que podemos decir del señor Norman Quentin Cook. Todo lo que se diga es poco. Supo poner el estilo de música que debía en la época en la que debía y además sobreponerse a muchos nombres y etiquetas que usó a lo largo de toda su carrera. Con su “apodo” más famoso, Fatboy Slim, facturó auténticos temazos que han pasado ya a la historia de la música y que siguen y seguirán sonando en muchas pistas de baile y muchas radios musicales de todo el mundo. Norman Cook formó parte de The Housemartins, tocando el bajo, gracias a que su bajista titular abandonó la banda antes del comienzo de su primera gira mundial. Cook entró y triunfó y se hizo con el puesto en la banda de Paul Heaton. The Housemartins tuvieron un gran éxito, pero duró poco. Cook se volvió a reinventar con “Freak Power”, banda que colocó uno de sus temas en la campaña de una conocida marca americana de pantalones. Otros dos discos y a reinventarse. Después de varios nombres, entró en escena Fatboy Slim y después de su primer disco, con un éxito relativo, fue en 1998 cuando “You’ve Come a Long Way” puso definitivamente en el mapa electrónico del momento a Cook. Temarracos increíbles que completan uno de los mejores discos de su genero jamás realizado.
Los suecos The Cardigans ya tenían una carrera contrastada, sobre todo en su país, y que les llegó a nivel internacional por aparecer en la película Romeo+Julieta de Baz Luhmann con el tema “Lovefool” de su disco “First Band On The Moon”. Pero quizás les faltaba algo. Les faltaba completar un disco más completo, mucho mas definido. Y eso lo consiguieron en el 98. Pararon antes, para descansar de una intensa gira por todo el mundo y volvieron a la carga con la batería completa. “Gran Turismo” tiene lo que la banda busca. Poner a Cardigans en el mapa mundial y además una producción detallada y muy minuciosa hacen que se convierta en el disco más premiado del momento. Aparecen también en la banda sonora del videojuego “Gran Turismo 2” y de ahí el nombre del LP. Europa, América y sobre todo Japón se rinden a los sonidos independientes de la banda de Jonkoping. El éxito es tal que las giras se suceden y tardan más de cuatro años en volver a sacar nuevo material. “My Favourite Game” y “Erase/Rewind” son las puntas de lanza de un disco sensacional de una banda sensacional.
La banda, de la voz plana de McCrea, parecía que se desintegraba cuando abandonaron la banda Brown y Damiani. Nada mas lejos de la realidad. Según McCrea esto le facilitó el ser más libre en sus producciones y poder experimentar mucho más. Perfiló su tercer trabajo sin que la guitarra fuera el instrumento principal y eso hizo que consiguiera sobrepasarse de nuevo y crear nuevos sonidos que adornaron un disco muy conseguido. Le supo dar su punto de novedad, sin perder la esencia de Cake. El tercer disco de los de Sacramento consiguió vender más de un millón de copias, con lo que consiguió un disco de platino. Las críticas fueron diversas y recibió el mismo número de palos que de lagos. Y eso hace que el valor del disco todavía tenga más peso. La gira por america fue inminente pero en Europa tardamos en tenerlos hasta abril del siguiente año. McCrea se rompió un hueso de una mano mientras movía unos muebles en su casa y todo se ralentizó unos cuantos meses. Europa vibró con los yankees y estos llegaron a tocar en el London Astoria con un éxito rotundo. Siempre nos quedará ese «I will Survive» de Cake, estén los que estén encima del escenario, pero siempre con la voz desgarrada y grave de McCrea.
Por último no podemos dejar de mencionar el undécimo disco de la banda americana R.E.M. La banda del emblemático Michael Stipe da un salto al vacío y publica su primer disco sin Bill Berry, el hasta ese momento, batería de la banda desde sus inicios. Bill abandona R.E.M. por motivos de salud un año antes de la publicación de “Up”. En formato trío siguen sonando igual y este disco sigue los cánones de la banda de principio a fin. Aunque con matices. Después de facturar uno de sus mejores trabajos “New Adventures of HI-FI” el camino de “Up” iba a ser largo y duro. Pero pudo defenderse y rápidamente comenzó a hacerse un hueco entre los mejores discos de la banda. Fue el primer disco en el que aparecían las letras enteras. La crisis de la banda pudo ser mayor e incluso, posteriormente, admitieron que la grabación de “Up” fue tan complicada que estuvieron a punto de separarse por diferencias de criterios. El sonido se torna mucho más electrónico y eso fue también duro para sus seguidores. R.E.M. era una de las bandas grandes del panorama internacional y se habían convertido en auténticos ídolos de masas, llenando estadios y eso se nota en el ego de cada uno de los integrantes. Los cambios no sientan nada bien.
Y se termina octubre y comienza de nueva una sección que para mi es muy importante. Recordar lo que pasaba hace 20 años es muy importante, no sólo por la labor de divulgación hacia gente que no estuvo en ese momento enganchado a la música o era muy joven para enterarse. También creo que es importante poner en valor esa música que se facturaba hace esos años y pensar que no todo es lo de ahora. Antes se hacían grandes cosa pero no estaban las redes sociales para ponerlo en la cumbre. Y sobre todo, no existía Operación Triunfo para joder la música de ese manera.