Madrid. 24 y 25 de mayo de 2024, Caja Mágica

En esta nueva edición el festival Tomavistas se trasladaba a la Caja Mágica, abandonando de nuevo y ¿definitivamente? el parque Tierno Galván. Un cartel ecléctico y atractivo, con bastante presencia femenina y alejado de los carteles mil veces repetidos, las grandes actuaciones y el buen trato a los asistentes han vuelto a ser los puntos fuertes de una edición que consolida y refuerza la marca Tomavistas.

No hace falta hacer mucha memoria, en un anterior cambio de ubicación, la edición de 2022, Tomavistas trasladó sus escenarios desde el parque al IFEMA de Madrid con la intención de hacer crecer el festival, sin embargo, el cambio generó un problema de movilidad e infraestructuras, sobre todo en las barras, que empeoró sensiblemente la experiencia (https://revistaindie.com/tomavistas-2022/).

Pakito Serrano

Pakito Serrano

Redactor

Fran González

Fran González

Redactor

La organización del festival ha tenido en cuenta en todo momento lo que falló en aquella primera deslocalización para su nueva propuesta y ha realizado un gran trabajo para mejorar la experiencia a nivel musical y personal. En la Caja Mágica la movilidad ha mejorado gracias a la cercanía del Metro y el acuerdo de ampliación de sus horarios tras el cierre, además y lo más importante el número de servicios de barras, puntos de restauración y recarga, baños y fuentes de agua potable han crecido considerablemente para adaptarse al mayor aforo, haciendo que todo funcionara a la perfección y prácticamente no tuviésemos que hacer cola en ningún momento del festival.

Es cierto que el entorno es mucho más duro y áspero que el parque, pero olvidándonos ya de aquel, las medidas implementadas y el aforo controlado han diferenciado para bien esta edición del Tomavistas de otros festivales y conciertos organizados en la misma ubicación, lo que supone una buena base para el traslado del modelo de festival asociado a la marca Tomavistas. A la organización solo le pediríamos que invirtiese en zonas y actividades para niños pues somos muchos los que nos acercamos con los pequeños favorecidos por la fama de festival apto para niños que se había ganado en años anteriores.

Tratando de hacernos hueco en la sombra que proyectaba el escenario Johnnie Walker nos gozamos el potente concierto de las Repion, quienes publican nuevo EP este 29 de mayo. Las hermanas Iñesta se acompañan de Iris Banegas (Bum Motion Club) al bajo para completar su formación en directo, su concierto es toda una manifestación de vitalidad y autenticidad rock cimentada con redondas canciones de corte grunge y entrega total en sus interpretaciones. Sin duda una banda

En el escenario principal The Reytons, la banda de barrio obrero auto-editada que ha colocado su último disco “Ballad Of A Bystander” en el nº 2 de la UK Official Albums Chart se esforzaron en defender esa difícil etiqueta que insisten en colgarles en las islas de “los nuevos de Arctic Monkeys”. A pesar de su electrizante concierto y bailables y rabiosos hits todavía se quedan a muchos cuerpos de los monos.

La vuelta a los escenarios de Standstill tras separarse en 2015 era uno de los grandes reclamos del cartel de esta edición. Con la formación original al completo los Standstill repasaron sus grandes éxitos con sobrada solvencia y marcada felicidad. La implicación de un público entregado que coreaba todas sus canciones completó un maravilloso y prolongado momento de morriña reflejo de lo mucho que se les ha echado de menos. Porque una vez más demostraron que son insuperables.

Hinds volvían al Tomavistas con nueva formación tras la salida de Ade Martín y Amber Grimbergen para presentar algunos temas de su próximo nuevo disco “Viva Hinds” previsto para final del verano y en el que las madrileñas parecen volver a sus raíces más garajeras.

El momento álgido de la noche llegaba con la actuación de Los Planetas interpretando íntegramente el “Super 8” en el 30 aniversario de su publicación. En formato cuarteto con J y Florent como representantes de aquella primera formación y Miguel López al bajo y Roberto Escudero a la batería, los granadinos se mostraron en plena forma y con ganas de reivindicarse (como si esto fuese necesario) con un soberbio concierto que hizo las delicias de sus seguidores. Volver a escuchar “De viaje”, “Qué puedo hacer”, “Si está bien”, …todas esas canciones tal y como fueron concebidas y con los arreglos originales sobre el escenario resultó un ejercicio de nostalgia único que derivó en catarsis colectiva.

Al otro lado de la explanada sobre el escenario Tan de Madrid los jóvenes Alcalá Norte, quienes entraron en el cartel a última hora tras la salida por enfermedad de Dry Cleaning, derrocharon descaro y actitud para presentar su primer disco homónimo del que todo el mundo habla. Como ya pudimos comprobar en la presentación oficial en la sala El Sótano de la capital sus temas son altamente adictivos e hipnóticos, pero es que además suenan muy bien.

Melenas nos hizo mover hombros y caderas con su lounge pop de atmósferas inmersivas. Con su “Ahora” más que rodado tras una larga gira europea las pamplonicas entregaron un divertido concierto centrado en lo que para nosotros fue uno los mejores discos nacionales del 2023. Las bases de ritmos kraut y garage noventeros que dan pegada a sus canciones son contagiosas y delicadas, el cuarteto se encuentra en un momento dulce de su carrera y así de bien nos supo su directo.

A la vez que Melenas encantaban con sus melodías los Editors arrollaban en el escenario principal con un espectáculo propio de las grandes bandas de estadio. Como cada vez que hemos visto a Editors en festivales los británicos entregaron un solvente y cuidado concierto, lleno de potencia, un concierto que les hizo brillar como estrellas en el firmamento. Especial mención al espectacular sonido del escenario principal.

Baiuca tiró de elegancia, buen gusto y mucha pasión sobre el escenario Vibra Mahou para mostrar su propuesta de electrónica de vanguardia y folklore gallego que tan bien ha sabido unir en sus dos discos publicados hasta ahora y que le han servido para ser referente en España. El gallego aprovechó la ocasión para interpretar alguno de los adelantos de su tercer disco que saldrá al mercado en los próximos meses.

Volvimos a arrancar la jornada a la sombra del escenario Johnnie Walker para ver a los arancetanos Bum Motion Club que con “Claridad y Laureles” firmaron uno de los discos nacionales más notables del 2023. El quinteto entregó un efectivo y contundente concierto repasando su primer largo e intercalando algunos de los temas más conocidos de sus dos anteriores EPs. Felices y disfrutando de su momento lograron crear ese ambiente de carácter místico propio y característico que amplifica la conexión entre banda y público, sobre todo con sus estribillos y riffs más pegadizos.

Los Derby Motoreta’s Burrito Kachimba venían al Tomavistas para presentar su nuevo y reciente disco “Bolsa Amarilla y Piedra Potente” con el que se han colado entre los vinilos más vendidos de las últimas semanas. Unos Derby ya consagrados por la calidad de su discografía e infalibilidad en el directo nos brindaron un directo lleno de fuerza y garra comandados por el incombustible Miguel “Dandy Piranha”, cuya voz y movimiento de cadera no tienen igual en el panorama nacional. Sin duda la kinkidelia sigue vigente y más en forma que nunca.

Aiko el grupo tienen unos de esos directos que no te puedes perder por nada, frescas, divertidas y a la vez afiladas. Intensidad lozana que refleja mejor que nadie Teresa Iñesta, su cantante principal y guitarrista, que rompió hasta cuatro cuerdas en esos momentos de trance guitarrero en los que se deja llevar por el entusiasmo. Muchos saltos e imponentes pogos en primeras filas a pesar del calor para responder a sus temas más celebrados y cañeros.

Belle and Sebastián ocuparon el escenario principal para hacernos viajar veinte años atrás en el tiempo recuperando todos sus grandes éxitos. Muy motivados y activos en esta visita a Madrid, el propio Murdoch se lanzó a dar la mano al público mientras cantaba y recorría la valla de seguridad, lucieron las cualidades artísticas que les hacen ser tan queridos por el público que abarrota sus conciertos en todas sus visitas a la península. Por supuesto repitieron el ritual habitual en “The Boy with The Arab Strab” subiendo a un buen puñado de seguidores para bailar con ellos.

Los Estanques son únicos en su especie y lo demuestran en cada bolo y en cada nuevo disco, como “Uve”, su último LP que justo publicaron el día anterior a su actuación en Tomavistas, con el que vuelven a colocarse en la vanguardia del pop rock progresivo de nuestro país. Con un Íñigo Bregel en estado de gracia compositiva, ya totalmente asentado como líder indiscutible de la banda y unos compañeros de andanzas que le acompañan a la perfección su concierto fue una montaña rusa de sensaciones y canciones, en la que repasaron algunos temas clásicos antes de tocar por primera vez los temas de su reciente largo.

The Jesus And The Mary Chain volvieron al Tomavistas para dar un nuevo bolo monumental de sonido compacto, perfecto, muy noventero, verificando que están en su mejor forma a pesar de los cuarenta años sobre el escenario. Su nuevo disco, lanzado en abril, su anterior entrega y pone a la actualización de los hermanos Reid en el lugar que merecen en este siglo XXI. La mezcla del indie caótico y ruidoso con tintes soleados pop de y su oscura elegancia hicieron las delicias de los más acérrimos seguidores.

Otro que estrenaba disco pocos días antes de llegar al Tomavistas y que además repetía en el festival era Alizzz. El productor y compositor barcelonés se acompaña de músicos consagrados para entregar una solvente y efectiva interpretación de sus canciones, alguna ya convertidas en himnos a pesar de su poco recorrido como “Despertar”, “Dónde estás?” y “Todo me sabe a poco”, en la que el público acompañaba a capella al catalán. Sus grandes éxitos ya no necesitan de las colaboraciones (C. Tangana, R. Bandini o Amaia) para estar a la altura de las originales como en su anterior gira y sonaron redondas, como el tono general de su concierto.

Phoenix fueron los encargados de cerrar esta nueva edición del festival y lo hicieron de forma rotunda en su regreso a Madrid. Y es que un sensacional juego de proyecciones acompañó la música de los franceses durante todo el concierto subiendo y bajando de intensidad según el ritmo de la mismo, elevando la experiencia musical a otro nivel. Por supuesto, los temas no desmerecían el espectáculo visual, sobre todo en un imponente inicio en el que repasaron las canciones de sus primeros discos.

Sin duda, un final de festival a la altura de una edición más que notable en la hasta 25.000 personas pasaron por la Caja Mágica para que la Familia Tomavistas siga creciendo.