La pregunta de la filosofía es la pregunta por el ser. Y la pregunta por el ser no construye certezas, sino que deconstruye las formas en que las ideas se instalan desde el sentido común. Nietzsche lo llamaba hacer “filosofía a martillazos” porque el martillo no solo demuele lo macizo, lo sólido, lo estable, sino que sobre todo desarregla todo aquello que hace pasar la eficacia de su buen funcionamiento como parámetro de su verdad.
Deconstruir no es destruir. Deconstruir es abrir el espacio para que emerjan todas aquellas versiones desterradas, ocluidas, invisibilizadas. Pero para ello se vuelve necesario importunar al sentido común, descentrarse de su condición hegemónica.
En Deconstrucciones, Darío Sztajnszrajber nos invita a crear un espacio de reflexión para provocar el acontecimiento filosófico y desarmar nuestras concepciones arraigadas sobre el amor, el poder y la muerte. Amar por fuera de los patrones establecidos, comprender que el principal poder opera en lo que creemos que es nuestro deseo, y finalmente escaparle a la farmacología de la muerte para asumir nuestra condición finita. Pensar por fuera de lo establecido siempre es una práctica de emancipación.
El próximo 31 de mayo a las 19 horas tendremos la suerte de poder vivir en primera persona la charla que dará Darío sobre estas Deconstrucciones en el Teatro Victoria de Malasaña.
