15 de marzo de 2019. Wizink Center de Madrid
El Wizink abría sus puertas un viernes más para permitir a los amantes del indie, la electrónica y sobre todo del buen rollo, darse un atracón sensorial y musical, todo ello rodeado por un ambiente festivo inigualable, del que solo unos pocos pueden presumir.
Y es que, no era otro que el grupo de post-punk “Belako” el elegido para inaugurar la fría noche del viernes. Fría hasta que comenzaron a sonar los primeros acordes de la joven banda. Pocos minutos necesitaron para hipnotizar a un público sorprendido por la calidad de sus temas, como “Sea of Confusion” o “Lungs”.
Alicia Meijide
Redactora
Ángel Muñoz
Photo
Seguros sobre es el escenario, la fuerza y el rock alternativo que representa su repertorio fue avanzando durante los 45 minutos que duró el concierto para, a golpe de batería dar paso al plato fuerte de la jornada.
Tras la actuación de los vizcaínos, el público esperaba expectante la entrada de los “Crystal Fighters”, que llegaron puntuales a su cita.
Y es que, el grupo británico liderado por Sebastian Pringle se encontraba de visita este pasado viernes en España con motivo de su gira Gaia & Friends. Y como no podía ser de otra manera, demostraron por qué se han ganado su hueco en la música indie-electrónica.
Si Belako tardo apenas minutos en hipnotizar a los presentes, los hispano-ingleses zambulleron al público en un mar utópico en cuestión de segundos.
Haciendo su entrada en el escenario al son de instrumentos de percusión, y acompañados de las palmadas del público, enseguida conquistaron a los presentes con su tema “I Love London”.
Sonaron “LA Calling”, “All Night”, “Follow” y “Love Natural” entre otros. Pero, sin duda, los temas destacados fueron “Boomin’ In Your Jeep” capitaneado por el ukelele de Pringle, “Plage” que vino acompañado de una lluvia de pelotas de playa, y “Bridge of Bones” que logró la imagen de miles de móviles moviéndose al unísono.
El buen rollo estuvo presente durante toda la actuación, y también la entrega de los vocalistas que se esforzaron para conseguir conectar con la gente, no sólo mandando mensajes en español, sino bajándose del escenario y logrando que las manos de miles de desconocidos se unieran para formar lo que llamaron “El Círculo de Vida”.
La selección de temas y la puesta en escena consiguieron un público entregado, dispuesto a bailar y pasárselo bien. Sin duda, un gran concierto difícil de olvidar.
