Un disco con un aire costumbrista y aspiraciones country para hablar de amor y cosas hermosas con naturalidad, honestidad y sencillez

La química es mágica. Sus leyes desafían constantemente la lógica de eso que llamamos sentido común, y abren mundos difíciles de explicar, pero absolutamente apasionantes. ¿Y la música? La música también es magia. Nadie sabe qué tipo de frecuencias mueven nuestras entrañas, y ni la física ni los críticos especializados pueden explicar las razones que rigen y que provocan semejantes caos emocionales.

¿Y qué pasa si mezclas química y música? Sin duda algo tan maravilloso como lo que han creado Maria Rodés y David Rodríguez en ‘Contigo’, su primer disco conjunto. Un álbum donde todo fluye, todo funciona, todo está en su sitio de manera equilibrada y emocionante.

Doce canciones que enlazan a la perfección los aspectos que más caracterizan las carreras de estos dos artistas: sentido del humor, sensibilidad, imaginación, ternura, ironía…Todo ello con un aire costumbrista, aspiraciones country y mucha, mucha química, en un trabajo conceptual que nos habla del amor y de cosas hermosas desde una perspectiva honesta, sin artificios ni épicas vacías, alejándose de los romanticones y de los atormentados.

El disco cuenta además con la participación clave de Sergio Pérez (SVPER, PEGASVS, THELEMÁTICOS), que ha hecho una labor titánica en la producción y que toca casi todos los instrumentos. 

El primer acercamiento a ‘Contigo’ nos llegó con «Hacer El Amor», la primera canción que publicaron María y David juntos y que es además la encargada de abrir el disco a ritmo de bluegrass, poniendo sobre la mesa las constantes que van a marcar este álbum: gusto por el detalle, letras llenas de guiños, encandilantes y una cierta ortodoxia country-folk que va a su propuesta como anillo al dedo.

Luego llegó «Zombi», un segundo single de adelanto que sólo podrían haber escrito ellos. Aquí encontramos  la primera percepción de que las cosas que parecen perfectas no lo son para siempre, la aceptación de los defectos y un estribillo glorioso. Otra vez, emoción y una media sonrisa.

Y su último avance, «Venga Va», es probablemente el culmen de esa magia de la que tanto hemos hablado. Un nuevo ejercicio de melancolía que nos regala un dueto perfecto en el que cada uno da un pequeño empujón al otro hacia la cima de un tema lleno de inspiración, capaz de hacer de lo costumbrista pura emoción. 

Tres singles que nos acercaban al espíritu bello y costumbrista de ‘Contigo’, un trabajo que pone de nuevo sobre la mesa la importancia de la personalidad de los grandes autores. Esos que hacen las cosas a su manera, que buscan su camino y alcanzan registros propios que cumplen a la perfección su objetivo principal: emocionar.