CHELSEA BOOTS

Marta Andrés iba a ser la encargada de amenizar la espera. Poco a poco durante su concierto, la sala se fue llenando, dejando el panorama menos desolado de cómo lo encontré a mi llegada, aunque no entiendo todavía por qué la gente le tenía tanta fobia a la primera fila durante su show, habiendo algo más de 3 metros entre en escenario y la gente.

El concierto duró algo más de 45 minutos, en los cuales Marta y su banda no se vieron superados en ningún momento por la magnitud de la sala. Buenos ritmos y una voz suave que te hacían bailar en tu sitio. Pienso que hay que seguirla de cerca ya que estoy seguro de que en poco se podrá equiparar a otras grandes cantautoras del panorama nacional tales como Carmen Boza, Sofía Ellar o Belly Basarte.

En cuanto terminó en concierto de la pucelana, se cerraron las cortinas negras del escenario. En ese momento sí que empecé a notar el “run run” que auguraba que iba a ser una noche muy especial. La gente se puso ya en primera fila y empezaron a gritar los nombres de los integrantes. La entrada ya estaba casi al completo, apenas había hueco en la parte baja de la sala.

Las cortinas se abrieron y salieron Santi, Martin, Dani y Ferri, seguidos de un coro de chicas y un teclista. Todo se convirtió en gritos cuando sonaron los primeros acordes de “Hate Discos”, había muchas ganas de celebrar la salida del disco con la banda. La gente cantaba a pleno pulmón su “I hate discos” y saltaba sin parar.

Llegados a estas alturas creo que debería confesar que soy fan de la banda y la he seguido desde hace algo más de 2 años. Considero esta información es relevante ya que este no es el primer concierto de Chelsea Boots al que he asistido, por lo cual puedo valorar de primera mano la evolución que ha sufrido la banda.

Santi, el “frontman” de la banda, se ganó a la sala desde el primer momento. Sus movimientos sobre el escenario no tienen nada que envidiar a las grandes estrellas del Rock. Se lo pasa bien, es como ver a un niño jugando con su juguete favorito. Esto combinado con la fuerza de su característica voz hace las delicias del público. Se come el escenario cada vez que sale y él lo sabe y lo utiliza a su favor.

Dani, como guitarrista solista, formo una dupla con Santi. Todo el mundo se quedaba boquiabierto con sus solos y la emoción se palpo en el ambiente cuando saltó la zona baja donde estaba el público y se puso a bailar con ellos y su guitarra-

Matin y Ferri, como Batería y bajo respectivamente, fueron más comedidos en sus papeles, aunque también tuvieron su momento para brillar durante el concierto

Al finalizar “Love on Me” la banda salió del escenario. La gente sabía que esto no había acabado, se habían quedado con ganas de más y la sala but coreo durante 30 segundos a pleno pulmón “¡NATALIE! ¡NATALIE!”, fue entonces cuando Anto Serrano, teclista del grupo en las giras, salió al escenario y empezó a tocar el solo las primeras notas de “Natalie” mientras el público la empezaba a cantar sin la ayuda de Santi, el cual se les uniría después de esta versión a piano, para cantar el hit tal y como se encuentra en el disco “Guilty Pleasure”