Lo bueno, si breve, no tengo tiempo: CAMELLOS presentan «Blessed», segundo adelanto de su nuevo disco

Aunque prácticamente todo lo que oímos y vivimos desde hace años parece una broma de muy mal gusto, la realidad supera cualquier ficción inimaginable. Camellos, a tientas entre el sarcasmo y el Síndrome de Tourette, entre la sosa cáustica y el cable pelado, llevan creando mantras que se debaten entre la broma y la seriedad, entre la ironía y la heroína.

«Blessed» resuena, desde el primer golpe de bombo, que entra como un antidisturbios derribando la puerta de una narcosala, a clásico instantáneo, a la vez que también es una nueva radiografía de la sociopatía general en la que vivimos. Un nuevo single del cuarteto que ayuda a perfilar ese universo tan analítico como ciclotímico, tan impredecible como sesudo, que define a una de las bandas más inteligentes del circuito alternativo estatal.

«Las señales son para los pringados: yo nací para esto», sueltan Camellos antes de hacer un guiño a Extremoduro en sus «¿dónde están mis amigos?» en una coctelera de rock con guiños tanto al punk de autor de Siniestro Total o al nuevo rock británico de Fontaines D.C. o Shame, en un hit eléctrico que sirve para introducirnos en el universo sonoro de «Manual de Estilo», el que será el tercer álbum largo de la banda.

La propia banda habla así de su nuevo himno:

 «‘Blessed’ pinta un cuadro en el que las ratas abandonan el barco. Ratas bien peinadas, con trajes minúsculos con minibolsillos y minipañuelos de seda y ante y pequeños zapatitos de una marca italiana que te suena de un escaparate. Pero un cuadro patético, pintado en trazos gruesos y que te recuerda a algo»

Con un videoclip con sorpresita celebrity incluida y con el cuchillo entre los dientes, Camellos lanzan en este segundo adelanto, que llega unos meses después de «Cambios de Humor», que contó con la colaboración de Josele Santiago, líder de Los Enemigos, y que ayuda a ir labrando el discurso del que es, palabrita del niños dios, el mejor álbum del combo hasta la fecha.