Nadie como Antonio Serrano ha contribuido a engrandecer un instrumento en apariencia tan humilde como la armónica. Por sus manos han pasado obras propias y ajenas, colaboraciones con gigantes (Paco de Lucía, Wynton Marsalis, Barbara Hendricks), incursiones en el lenguaje orquestal y, claro, su asentamiento como uno de los nombres incuestionables del jazz europeo. Por eso ya no nos extraña que se aplique con Bach. Ni que lo haga con aliados tímbricos como un teclado Fender Rhodes.
Acompañado de Pablo Caminero y Daniel Oyarzabal, nos ofrecerá un concierto el próximo 5 de Febrero en el Auditorio Nacional a las 19:30. Rezumará Barroco, con obras de Bach como El arte de la fuga, BWV 1080 (1742-1746), la Allemande de la Partita para violín solo nº 2 en re menor, BWV 1004 (1720), o el Allegro del Concierto de Brandemburgo nº 5 en re mayor, BWV 1050 (1720-1721), entre otras.