Salamanca, 25 de octubre de 2019. Sala Principal del CAEM

Pocas veces se ve a grupos como Zahara actuando en la Sala Principal del Centro de las Artes Escénicas y de la Música de Salamanca (siendo en la mayoría de los casos celebrados en la Sala B del mismo), y la ocasión lo mereció. Una Zahara emotiva y enérgica, indie y rockera pero ante todo agradecida al público salmantino salió al escenario pocos minutos después de las nueve de la noche. 

Abría el concierto ella sola con su guitarra y los primeros acordes de David Duchovny en versión acústica. Después salió ya la banda al completo: Martí Perarnau, Pablo Pérez, Manuel Cabezali y Carlos Sosa con su atuendo de la gira de Astronauta, título de su último trabajo. 

Andrea G. Torán

Andrea G. Torán

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Canciones como “El frío”, “Camino a L.A.” o su emotiva versión de “Lucha de gigantes” que grabó en 2010 junto a sus compañeros de Love of Lesbian pusieron el punto tranquilo dentro de un concierto que derrochó energía, levantando al público en varias ocasiones de las butacas para saltar y cantar con Zahara sus grandes éxitos. 

Es la segunda vez que Zahara pisaba Salamanca este año (la vez anterior fue el 15 de marzo en el teatro Juan del Enzina presentando su disco “Astronauta”); sin embargo esta vez incluyó más canciones de sus trabajos anteriores como “Santa”, “La pareja tóxica” o “La fabulosa historia de…”. Se trata de una Zahara imparable, que comenzó el año agotando las entradas en la gira de presentación de su último trabajo, y tras un verano repleto de festivales, continúa hasta finales de noviembre por las principales salas y teatros de la geografía española.

Pero a pesar de esta cantidad de conciertos y éxitos que está consiguiendo con sus trabajos, Zahara se muestra conmovida en cada concierto. Agradecida en todo momento con el público, mandando parar emocionada en algún momento el sinfín de aplausos que provocaba para poder dedicar una de sus canciones a un antiguo alumno que tuvo cuando ella tenía 21 años (el alumno 6) y que en ese momento se encontraba en el público, hablando sobre la infancia y la importancia de vencer los temores y el miedo. 

Hasta dos veces irrumpió Zahara entre el público, recorriendo con saltos y bailes la sala, y haciendo bailar y saltar sin parar a todos los allí asistentes con las dos últimas canciones que cerraron el concierto: “El deshielo” y “Hoy la bestia cena en casa”.

Le deseamos a Zahara que esa nave espacial en la que se ha subido no pare nunca.