Caroline Rose anuncia la publicación de su nuevo álbum, ‘The Art of Forgetting’, el 24 de marzo bajo el sello New West Records, y presenta un nuevo sencillo y videoclip, “Miami”. Rose es una artista conocida por su ingenio y narración satírica pero, por primera vez, con ‘The Art of Forgetting’, su música rebosa emoción cruda e intensa. Sin mecanismo de protección alguno, nos presenta el tipo de honestidad confesional que solo habíamos vislumbrado fugazmente en su obra anterior. Por supuesto, el humor travieso de Rose aparece de manera inesperada en medio de temas de arrepentimiento y dolor, la pérdida y el cambio, la vergüenza y la inevitabilidad del sufrimiento.
Después de una serie de eventos desgarradores, Rose no tenía ningún deseo de hacer ningún tipo de declaración, y mucho menos de crear un nuevo álbum. Fueron días de contemplación y cambio. Lo que sucedió fue lo que Rose considera un proceso gradual de reconexión y crecimiento. Impulsada por una ruptura difícil, comenzó una inmersión profunda en su interior que desenterró, sin saberlo, experiencias de la infancia sepultadas durante mucho tiempo. Mientras tanto, Rose recibía mensajes de voz de su abuela “que claramente estaba perdiendo la cabeza”. Estos momentos se reconstruyen a lo largo del álbum, ofreciendo pasajes de ligereza en medio de la historia desgarradora de una persona que ha olvidado – y tal vez está volviendo a aprender – cómo amarse a sí misma. «Me hizo pensar en todas las diferentes formas en las que los recuerdos aparecen a lo largo de nuestras vidas», afirma Rose. “Pueden ser una maldición o ser usados como una herramienta”.
Con esto en mente, Rose produjo el álbum utilizando dispositivos y medios que encarnan las características de aquellos recuerdos defectuosos o que se desvanecen. Gravitaba hacia los instrumentos que cambian o decaen de forma natural con el tiempo: los de cuerda y de madera, voces, cintas y síntesis granular. Comenzó a grabar capas básicas en el estudio de su casa, y «a partir de ahí, experimenté durante un año con esas grabaciones tanto en casa como en un par de otros estudios, cortándolas en bucles y escalas, creando percusión modular y, en última instancia, construyendo partes adicionales a su alrededor”, dice Rose. Capas de arreglos vocales, desde gritos de influencia balcánica hasta coros gregorianos pasados por el autotune, instrumentación acústica troceada en girones como un recuerdo defectuoso, y sintetizadores de ensueño empujan y tiran para crear un dinámico paisaje sonoro.
“Miami”, el single que presenta hoy, es una pista de carácter acústico cuyo estribillo de guitarras chillonas y baterías apabullantes parece casi rebosar de los altavoces. Rose explica: «No soy de las que rehúyen el drama, por lo que esta fue una oportunidad perfecta para sacar a relucir cada gramo de desesperación e ira, y todas esas emociones confusas que nos asaltan después de una gran ruptura”.