En «Tu voz», el primer sencillo que nos llegaba hace apenas un mes de «Dime dónde estamos», el esperadísimo próximo álbum de Vera Fauna, la banda nos dejaba claro que vienen apostando fuerte por una fórmula que aúna la fuerza del soul más épico con la delicadeza poética a la que nos tienen acostumbrados. Ahora, para su segundo sencillo, los sevillanos unen fuerzas con el granadino Noni Meyers para crear un hit de los que se pegan a nuestra memoria auditiva para no salir de ahí. Se han escrito muchas canciones al amor, pero pocas como esta. «No me digas la verdad» es una canción sobre el amor como trance del que no vamos a salir bien parados, sobre lo caprichoso que es enamorarse de quien estamos seguros que va a rechazarnos. Vera Fauna & Noni Meyers le ponen banda sonora a las desventuras de quien ve el amor de su vida en alguien que solo estaba pasando el rato.
En «No me digas la verdad» encontramos una producción inédita en la banda hasta ahora, llena de elementos donde se pueden intuir guitarras tropicales, teclas frenéticas y ritmos que podrían sonar en una escena de persecución de una peli de Guy Ritchie. Vera Fauna sigue apostando fuerte en la previa de su próximo disco, adelantando que nos va a inundar en estribillos cantables, ritmos divertidos y letras en las que se verá identificado todo hijo de vecino.
La génesis de una canción como «No me digas la verdad», en realidad, sorprende por su facilidad en prender la mecha. «Mandé una demo que era una melodía que se me ocurrió aprendiendo a tocar ‘Vente pá Madrid’ de Ketama tocada por encima de la melodía de ‘I did you wrong’ de Joy Anonymus», nos confiesa Kike Suárez, voz y guitarra en Vera Fauna y uno más en la banda junto a Javi Blanco (guitarra), Juanlu Romero (batería), Jaime Sobrino (bajo y voz) y Álex Fernández (teclados y sintetizadores). «A esa melodía sumé un estribillo que decía ‘que no te digan la verdad’, que surgió una vez que hicimos una jam en la que parecíamos jugar a ser Jarabe de Palo. A Álex le gustó mucho esa demo y Jaime la bautizó del tirón como ‘la rumbita’. A partir de entonces empezamos a trabajarla. Álex sampleó las baterías de ‘Band aid’ de Fieh y empezó a meter guitarras, teclados y bajos como si estuviera poseído. En cuestión de horas teníamos la certeza de haber hecho algo muy cantable». Y tanto.
Faltaba el relato, la historia, unas letras más allá de ese estribillo tan coreable, claro. «En el momento de ponerle letra a la canción la cosa estaba más o menos clara: enamorarse puede ser una faena», asevera Kike. «El protagonista lleva un tiempo dándose besos con una persona cuyas intenciones con él desconoce. Sabe que en la siguiente cita va a confesar que está enamorado. Después de que esto suceda se lleva un pedazo de calabaza y se excusa: ‘las vistas del río me han engañao, lo siento por preguntar. Me voy por donde llegué (…) vino un sentimiento, lo dejé volar».
Música, letra… ¿Faltaba algo en la ecuación? Sí, un invitado de lo más especial: Noni Meyers. «La colaboración con Noni fue rodada», nos cuenta Kike. «Una vez recibió el tema se implicó muchísimo y le tuvimos desde el primer momento. La grabación fue una cosa preciosa. Ver como alguien que ha hecho himnos intergeneracionales va adaptando poquito a poco sus gestos para acoplarse a un tema nuestro es un privilegio del que todos disfrutamos muy conscientemente. Mientras grabábamos, una banda de Semana Santa ensayaba en el exterior del estudio. Fue una bonita bienvenida sevillana para el granaíno».
Pero no se vayan, que aún hay más: «No me digas la verdad», la canción, viene acompañada por un videoclip que es una auténtica delicatessen. Con dirección de Bea Hohenleiter y guión de Bruno Ojeda y la mencionada Bea, la pieza rodada en un exquisito 4:3 y protagonizada no solo por la banda y su invitado, sino también por un puñado de personajes memorables y que despertarían la envidia del mismísimo Wes Anderson, destila un aroma vintage, entre lo castizo y lo onírico, que le viene como anillo al dedo a una rumba pop tan peculiar como ésta.
Una prueba más (y van…) del mimo, el cariño y la especial dedicación que Vera Fauna está depositando en cada uno de los pasos que nos llevan hasta ese «Dime dónde estamos» que nos llegará en 2025. Nerviositos estamos.