Madrid, 13 de enero de 2018. Sala El Sol

La noche pintaba bien, algo de frío, los alrededores de la calle Jardines estaban animados, la gente estaba alborotada y la sala el Sol colgaba el cartel de sold out para el concierto de el Tito Ramírez. Llegamos puntuales, alguna pequeña complicación antes de entrar, pero los responsables de la sala lo resuelven amablemente. Cuando logramos acceder The Imperial Surfers ya están sonando en directo, inconfundibles, como siempre. El público ya está bailando y abarrotando la sala poco a poco, pedimos unas cervezas, nos situamos bien y disfrutamos con la banda, surf instrumental de muchos quilates, divertidos, enérgicos, serios y muy comprometidos  con lo que hacen, una hora larga de concierto, se atreven incluso con versiones como  Bugulu, No, no , no…. De las mejores bandas de surf que hay en el país.

Nacho Bravo

Nacho Bravo

Redactor

La gente ya está impaciente deseando que aparezca el misterioso hombre enmascarado, hay muchos rumores en la sala, preguntamos por su single “Be my girl”, nos sonríen y nos dicen, si tienes 300€ ahora mismo te lo consigo, agotadísimo. Ahí se queda la conversación. Aparece de repente en el escenario el Guapo, enchufa su bajo y lo prueba, van apareciendo poco a poco todos los miembros de su terrorífico combo, batería, trompeta y saxofón, se sitúan, prueban y arrancan, ritmos latinos, ni rastro de el Tito, humo blanco en la sala y aparece de repente el gran maestro de ceremonias, el hombre de la máscara con su capa negra y su fender jaguar, aplaude todo el mundo, entregados al baile y a la diversión, suenan Be my girl, Last train, Cassanova, etc… Mucho soul, rhythm & blues, rock and roll con aromas latinos y mucho boogaloo, una hora larga de concierto, algunos bises, gran complicidad con el público y sobre todo mucha diversión, un showman que sabe ganarse a los presentes, la gente quiere más. Un artista en su género, buenos riffs de guitarra, acompañado de manera inteligente por los vientos y una enorme batería que marca los tiempos, el bajo también hace su enorme papel y alegra la fiesta. Una noche redonda. El Tito no defrauda, se esconde detrás de su antifaz. Si pasa por tu ciudad, no te lo pierdas. Y pregúntale eso de Tito o realidad. ¿Qué sabemos? La industria del rock and roll tiene estos caprichos, si encuentras su 7” (discos antifaz) guárdalo como oro en paño, es un tesoro codiciado por los pinchadiscos de las mejores salas de baile.

Ya llegó el Tito!!!