El Santander Music brilla en la península de la Magdalena con una jornada inaugural cargada de energía y talento

Santander, 1 de agosto de 2025. Península de La Magdalena

Pocas localizaciones pueden presumir del encanto natural y la atmósfera envolvente de la península de la Magdalena. Con vistas al mar Cantábrico, rodeado de vegetación y con una brisa constante que suaviza el calor del verano en el norte, el recinto del Santander Music Festival volvió a ser el escenario perfecto para una noche de música, diversión y descubrimiento. La temperatura acompañó durante toda la jornada del viernes, creando un ambiente ideal para disfrutar de los conciertos al aire libre y de la experiencia festivalera en su máxima expresión.

Fernando Tello

Fernando Tello

Redactor & Photo

Sara Fernández

Sara Fernández

Redactora

La artista murciana Carmesí, con un sonido que transita entre el pop introspectivo y la canción de autor, abrió la jornada con una propuesta íntima y emocional que sirvió de cálido recibimiento al público más madrugador. Hey Kid aportó frescura y ritmo con su mezcla de pop alternativo y melodías bailables, una banda emergente que está comenzando a hacerse un hueco en el panorama nacional gracias a su energía sobre el escenario y letras generacionales.

Los Varry Brava son ya unos veteranos de los escenarios festivaleros. Desplegaron su inconfundible combinación de electropop, hedonismo y guiños ochenteros, con un directo pensado para no parar de bailar, brindándonos un repertorio plagado de himnos de alegría y desenfado. Podríamos pensar que era un poco temprano para ellos, pero se agradece poder bailar con su música e ir calentando para el resto de la noche. Mujeres Ofrecieron un directo eléctrico y sin concesiones. La banda barcelonesa, referente del garage rock en España, demostró una vez más su solvencia escénica, su capacidad para enganchar desde la primera canción y su fidelidad a una estética sonora contundente y vitalista. Un gusto verlos siempre en el escenario.

El mítico grupo donostiarra Duncan Dhu liderado hace años por Mikel Erentxun y Diego Vasallo, continúa su andadura con el primero y con una banda de grandes músicos. Su cancionero nostálgico y melódico fue coreado por todo el festival, incluyendo a los que estaban sentados al fondo cenando, y que paraban para cantar sus primeros éxitos: “Esos ojos negros”, “Una calle de París”, “Cien gaviotas” o “Jardín de Rosas”. Con décadas de historia a sus espaldas, sus canciones siguen emocionando y conectando con varias generaciones, como así se demostró cuando Marina Iñesta, de Repion, cantó con Mikel Erentxun “Mañana”. Una de las revelaciones más comentadas de la nueva escena madrileña son Alcalá Norte. Su sonido crudo y urbano, que mezcla guitarras afiladas y una mirada irónica sobre la realidad cotidiana, aportó un contraste interesante y muy esperado en la programación del festival. Con Barbosa como speaker, y sus rituales del vino, de los hobbits y de reparto de puros a final del concierto, ponen el punto irreverente y divertido allá por donde tocan.

Brutales, poco más que decir de Fran Ferdinand. Los hemos visto muchas veces, pero siguen sorprendiéndonos y, si tuviéramos que elegir, este sería uno de los mejores conciertos que hemos visto en este festival. Los escoceses, iconos del post-punk revival de los 2000, ofrecieron un potente espectáculo cargado de clásicos como *Take Me Out*, *Do You Want To* o *No You Girls* y entremezclados con canciones nuevas como *Hooked*. Su actuación, impecable y vibrante, fue el broche perfecto para una jornada que dejó el listón muy alto para el resto del fin de semana. Hasta aquí llegó nuestro viernes, con la pena de perdernos a Elyella, que ya sabemos que siempre animan los fines de fiesta haciéndonos bailar como locos. Otra vez será…