Más público, más intensidad: el sábado del Santander Music lleva al límite la experiencia festivalera
Santander, 2 de agosto de 2025. Península de La Magdalena
La segunda jornada del Santander Music Festival se vivió con una intensidad aún mayor que la del viernes. La afluencia de público fue notablemente superior ya que consiguieron un sold out tanto de abonos como de entradas de día, lo que contribuyó a un ambiente vibrante y multitudinario, aunque también puso a prueba la capacidad de los servicios del recinto, que a veces dejaban algo que desear. A pesar de ello, la música volvió a ser la gran protagonista, con una programación que combinó nombres consolidados y propuestas frescas, manteniendo el pulso alto desde los primeros artistas hasta el cierre.
Fernando Tello
Redactor & Photo
Sara Fernández
Redactora
Jaguayano iniciaron la tarde frescos y con una mezcla de géneros bastante curiosa, buenrollismo que invitaba al bailar, dando la bienvenida al festival a primera hora de la tarde. Querido aportó sensibilidad y elegancia en una actuación marcada por el pop de autor y los paisajes sonoros melancólicos, una propuesta cuidada que supo conectar con el público más atento. Tu Otra Bonita llenaron el escenario de energía mestiza, con una fusión de ritmos latinos, flamenco y pop alternativo que invitó al baile y al disfrute colectivo. Su carisma y cercanía al público se dejaron notar desde el primer minuto.
Ojete Calor ofrecieron uno de los directos más desenfadados y divertidos de la tarde-noche. Con su estilo de ‘subnopop’ cargado de humor y referencias populares, convirtieron el escenario en una auténtica fiesta sin complejos. Un macro karaoke el que se montó en canciones como Viejoven, Mocatriz (con coreografía incluida), o el Agapimú de Ana Belén, pero, sobre todo, en el mix de lo más popular de la cultura musical española: Georgie Dann, Concha Velasco, Camilo Sexto, … Y sin olvidarnos de mencionar lo que nos gustan los audiovisuales de @lavidadetomas. Una comunión curiosa entre todos los que estábamos allí, y que nos deja con ganas de más.
Veintiuno mostraron solidez y versatilidad con su pop moderno y sofisticado, canciones que combinan emoción, letras personales y una cuidada producción que brilla aún más en directo. Reseñable cuando cantaron La Ruina junto a Niña Polaca, coreada por todos los asistentes. Es grande ya la legión de fans que tiene Veintiuno y que les siguen en cada festival, como pudimos comprobar cuanto tocaron Dopamina, uno de sus primeros éxitos. Amaral fue uno de los grandes nombres del cartel, ofreció un concierto emotivo y potente. El dúo zaragozano repasó algunos de sus grandes éxitos y presentó temas recientes, demostrando una vez más por qué siguen siendo referentes del pop-rock español. Buenos músicos, gran directo, con un discurso y una coherencia en lo que nos cuenta Eva y en sus letras, que todos deberíamos escuchar con atención.
Niña Polaca llegaron con su mezcla de actitud punk, letras irónicas y melodías contagiosas. Una banda que representa a la perfección el nuevo indie español y que en directo despliega una energía arrolladora. Carolina Durante encendieron al público con su característico sonido directo y urgente. Canciones que ya son himnos generacionales y una puesta en escena intensa, fieles a su estilo sin artificios. Sexy Zebras cerraron la jornada y el festival con un torbellino de rock salvaje, fuerza escénica y actitud provocadora. El trío madrileño no dejó indiferente a nadie y puso el broche más cañero a una jornada inolvidable.