El segundo álbum de S.J. Armstrong, “Clothed by the Dark”, es un viaje a través de lo inesperado. Al reemplazar elementos tradicionales con ondas de capas cinematográficas y arreglos vocales masivos, este álbum presenta una versión hiperrealista de un disco de rock y lleva el género a un territorio que antes estaba inexplorado. Esto se logra sin los trucos digitales comunes a la mayoría de la música moderna, y el álbum no utiliza ningún instrumento de software ni afinación vocal. Sobre el paisaje sonoro único se encuentran letras que deambulan entre la narración, la nostalgia, la descripción de los personajes y la abstracción poética.