PRIMERA FILA FEST

RI: Para todas aquellas pequeñas bandas que nos están leyendo ¿Cómo pueden unirse al colectivo en caso de estar interesadas? ¿Qué beneficios tiene poder pertenecer a él?

PF: Muy sencillo. Mandando un dossier con información de la banda, enlaces a sus redes, audios… a info@nosvemosenprimerafilafest.com y, sobre todo, tener un poco de paciencia. Tenemos una lista muy larga de candidatos y nos gusta oírlos a todos con detenimiento y con la atención que se merecen. Si vemos que detrás del proyecto hay una idea buena y solvente, contactamos con ellos y les damos acceso al grupo. Los beneficios son evidentes teniendo en cuenta que somos completamente altruistas.

RI: Hasta ahora habéis organizado ediciones del festival en varias ciudades de España. ¿Cómo ha sido el recibimiento del público? ¿Cuál ha sido la valoración por parte de los grupos participantes? ¿Qué les ha aportado participar en el festival?

PF: Hasta la fecha hemos realizados ediciones en Murcia, Granada, Sevilla, Santander y Valencia y en breve saldrán las de Madrid y Lugo. La respuesta del público ha sido aceptable hasta ahora, aunque la falta de medios para poder promocionarlo con cartelería por las calles u otro tipo de publicidad nos resta más alcance. Muchos medios nos han exigido pago por promocionarlo y, en nuestras condiciones, es imposible. Confiamos que el boca-oreja acabe poniendo a estas futuras ediciones en el ojo de mira de la crítica especializada y puedan darle un impulso.

En cuanto a la valoración de las bandas es alucinante. Han reforzado los lazos de amistad con sus compañeros y, para muchos de ellos, ha sido un bautizo en los escenarios que no olvidarán nunca. Aparte, hay alguna banda que, a raíz de presentarse en estas ediciones, ha conseguido poder participar en otros proyectos más grandes como estar de teloneros de bandas ya consagradas y de renombre o de captar la atención de productores.

RI: ¿Qué esperáis de la edición de Madrid? En este caso se trata de dos jornadas en la mítica sala Moby Dick.

PF: Pues hemos puesto toda la carne en el asador. Desde la promoción que estamos llevando a cabo en todos los medios posibles, a una selección de artistas impresionante. Somos conscientes que Madrid es una cita muy importante y que muchos ojos van a estar puestos en ella. Esperamos recibir la visita de medios musicales que puedan hacerse eco del evento e impulsar, de esta forma, a los que vengan por detrás.

RI: ¿Cómo es vuestra relación con las salas? ¿Qué importancia tienen para vosotros las salas en el circuito musical? ¿Qué están haciendo bien y mal para apoyar a bandas jóvenes? ¿Qué están haciendo mal los festivales que continúan hinchando la burbuja y en muchos casos maltratando al público, bandas, técnicos y personal?

PF: Hay de todo tipo. Nos hemos encontrado salas en Santander y Lugo, por ejemplo, que nos han abierto las puertas de su casa de par en par y que ni siquiera han cobrado alquiler a las bandas y otras, como es el caso de las salas de Barcelona, que ponen mil y una trabas a que haya, por ejemplo, cuatro bandas el mismo día. Los alquileres en general son altos para bandas sin apenas presupuesto y las salas tampoco se quieren arriesgar con desconocidos porque quieren asegurar un mínimo de aforo y poder hacer barra. Es lógico, pero muy frustrante a la vez. En cuanto a los festivales, sinceramente, es aburridísimo ver una y otra vez los mismos nombres en todos los carteles. Parece más una gira de artistas de una discográfica que festivales independientes. No hay cultura emergente en la mayoría de los casos. Y cuando, además, el festival está financiado con fondos públicos es incluso aún más sangrante.

RI: Habladnos de vuestra visión de la escena musical actual que tras la pandemia y con la burbuja de festivales está más “jodida” que nunca. ¿Qué creéis que necesitamos hacer para mejorar la salud de la escena? Más allá del aporte único de iniciativas como la vuestra.

PF: Sobre todo un poco de empatía por parte de las salas y los programadores, que ya sabemos que trabajan para ganar dinero, como todo el mundo, pero que arriesguen un poco más. Que hagan al menos el gesto de oírse a las bandas que quieren tocar en sus salas. Se llevarían más de una grata sorpresa. En cuanto al público asiduo a conciertos y festivales, amantes de la música en directo en general, que salgan a conocer nuevas bandas. Muchas de ellas están tocando por el precio de una hamburguesa. Si podemos pagar entradas a precios de sangre de unicornio para ver a Rosalía, por ponerte un ejemplo, también podemos reservar un fin de semana al mes para descubrir nuevos talentos.  

RI: Al hilo de esto, ¿Cómo vivisteis toda la crisis de la cultura y la música de aquellos meses sin poder realizar conciertos? ¿Conocéis bandas, técnicos o salas que hayan tenido problemas económicos?

PF: Buff. Muchos. Y todavía colea. En el momento que se produjo de nuevo la apertura de salas y recintos la cola de artistas esperando tocar te la puedes imaginar, y los que siempre quedan a la cola son los mismos. Por otro lado, crisis de cultura, como tal, no pienso que haya habido. A muchos artistas les vino muy bien como periodo de reflexión e incluso han sacado sus mejores trabajos, compuestos durante el confinamiento.

RI: ¿Cómo podrían los diferentes gobiernos mejorar las condiciones laborales de los artistas, músicos y técnicos?

PF: En primer lugar supervisando con lupa a quién se destinan los fondos públicos supuestamente dirigidos a impulsar bandas emergentes. Si quieres podemos hacer una porra sobre que grupos van a ser seleccionados este año en un conocido concurso de bandas emergentes, financiado con el dinero de todos, y que supuestamente les va a permitir “girar por salas” a los que más lo necesitan. A ver cuántos de los seleccionados tienen “padrino” detrás…

RI: ¿Cómo veis la salud de la escena local o underground? ¿En qué ciudades estáis viendo más movimiento de bandas nuevas?

PF: El movimiento es brutal. Realmente no me da la vida para escuchar la cantidad de propuestas que me llegan todos los días. Desde aquí pido perdón a los que aún no he podido contestar, pero tengo un acumulado de más de 60 bandas a día de hoy que quiero tratar con el mismo respeto que a los demás. Y ten en cuenta que cada día me llega una media de 20 bandas con lanzamientos. El triple de eso los jueves y viernes. En cuanto a ciudades, la provincia de Murcia sigue siendo una huerta increíble en lo que a música se refiere, pero también despuntan otras como Granada y, por supuesto, Madrid y Barcelona.

PF: A nivel local te puedo hablar de Cantabria y es muy poco o nada. En esta región hay un monopolio empresarial a la hora de organizar festivales que siempre trabaja con los mismos. Además, la escena independiente apenas la tocan, se tiran al “mainstream” del momento. Dicen que Cantabria es una plaza difícil para el indie, pero es que nunca ha habido tradición de organizar saraos de este tipo. En cambio, organizan festivales como el “Indiferente” y lo petan ¿Porqué no siguen en esa onda? No lo sé. A nivel estatal tres cuartas de lo mismo, aunque, en líneas generales, la media es más optimista que la de mi región.

RI: ¿Qué opináis de las plataformas de escucha en streaming que tan pocos beneficios aportan a los músicos?

PF: Pues te diré que hay un colectivo de bandas, surgido paralelo a las del grupo principal, que se han organizado para mejorar sus resultados en plataformas como Spotify y, poco a poco, lo están consiguiendo a base de estrategias de marketing muy innovadoras.

RI: ¿Creéis que los artistas con gran público deberían aprovechar ese altavoz privilegiado para hacer referencias políticas o al menos empujar para reclamar mejores condiciones para bandas noveles, técnicos y personal que participa en festivales y conciertos?

PF: Suena bastante utópico, pero no somos nadie para exigir a los demás que hagan de altavoz nuestro. ¿Qué sería muy bien recibido? Por supuesto. En cuanto a la política, ni me meto, ni pienso meterme nunca.

RI: ¿Por qué creéis que, tristemente, está desapareciendo la figura del telonero?

PF:  No creo que esté desapareciendo. Lo que hay es una cultura, muy arraigada, en la que el público llega tarde para ver a la banda principal y no tiene ningún respeto por los que les preceden. Es muy difícil cambiar eso, pero, pasito a pasito, es uno de nuestros objetivos. Yo se que soy un caso aparte, pero hace un par de semanas fui a ver a una banda de largo recorrido (más de 40 años) únicamente por sus teloneros. Acabaron estos y me marché.

RI: ¿Cuál es vuestro mejor y peor recuerdo musical? Como promotores o como espectadores

PF: No me considero promotor porque no recibo ninguna compensación económica de ningún tipo, incluso pago mi entrada como todo el mundo cuando voy a verlos. Como espectador sin duda el mejor sería el haber vivido en primera persona el concierto de Roger Waters cuando cayó el muro de Berlín y el peor el ver a una banda que amaba desde mi adolescencia, como eran Golpes Bajos, dar el peor de sus bolos precisamente en mi tierra y con la presencia de todos los amigos y familiares del vocalista presentes. Supongo que la presión le pudo, pero es un recuerdo que preferiría no haber vivido nunca.