10 AÑOS DE CARRERA A TODA VELOCIDAD

Madrid, 9 de febrero de 2018. Sala Joy Eslava

El viernes pasado no asistimos a un concierto como nosotros pensábamos, si no que asistimos a una fiesta de aniversario por todo lo alto. Mujeres cumplen 10 años sobre los escenarios y lo celebraron en una Joy Eslava totalmente entregada, acompañados de Kokoscha y muchos amigos entre el público.

Pakito Serrano

Pakito Serrano

Redactor

Los de Pamplona fueron los encargados de iniciar la fiesta con su pop näif repleto de guitarras distorsionadas y esa crudeza camuflada entre la dulzura de la voz de Amaia que tanto nos gusta. Se les vio felices sobre las tablas repasando lo que fue su último álbum “Algo Real” (Sonido Muchacho, 2016), que llegó a ser nuestro disco del mes de diciembre. Así pudimos disfrutar de temas muy cantando entre el personal como “Algo real”, “Mi Consentido”,  “Yo nací” o “No queda nada”. Para finalizar su divertida actuación no dudaron en sumar a los Mujeres a los coros de “No Volveré” para engrandecer un estribillo ya convertido en himno, ¡No volveré jamás, a ese lugar, no volveré jamás, allí, no volveré!

Tengo que reconocer que no había tenido la oportunidad de ver un directo de Mujeres, quizás porque no me había enganchado tanto a sus anteriores trabajos como me ha atraído este “Un Sentimiento Importante” (Sonido Muchacho, 2017), por ello mi nivel de expectación estaba por las nubes, tenía muchas ganas de Mujeres. Y Mujeres no me fallaron…me regalaron todo lo que prometen sus discos, garage gamberro, pop-rock sesentero e incluso punk costumbrista, todo ello envuelto en un muro de sonido increíble y un lazo gigante de actitud a raudales.

Fue un concierto frenético, Mujeres tienen un set-list que es pura dinamita, en el que temas como “Vete con él”, “Salvaje”, “Dije fácil” o “Un sentimiento importante” se suceden sin un momento de respiro, punzantes y directos. Y es que durante toda la noche una sensación de emoción constante, acentuada por el increíble ambiente que se respiraba en la sala, nos guio a través de las curvas, subidas y bajadas que los barceloneses se empeñaban en tomar a toda velocidad.

Con tanta entrega y comunión entre banda y seguidores (incluso el bajista llegó a surfear sobre nuestras cabezas) llegamos a las últimas paradas con el motor sufriendo por los acelerones de la noche y con los neumáticos desgastados. Sin embargo en la meta nos esperaba la guinda del pastel en forma de cover del “Run Run Run” de The Velvet Underground para cerrar una fiesta que no olvidaremos en mucho tiempo.