Las mujeres del sector califican de insuficientes las medidas adoptadas por las empresas para luchar contra las desigualdades, una percepción que choca con la visión más optimista de los hombres.

En cuanto a conciliación con la vida privada, el 81% de las mujeres afirma que ha tenido que hacer concesiones a nivel personal y social por trabajar en el sector, dato muy por encima del de sus compañeros.

Tras la crisis de la Covid-19, el 81% de las trabajadoras de la industria musical considera que las repercusiones en materia de salud mental han sido negativas, cifra 4 puntos por encima de la de los hombres y muy superior a la del resto de la población (69%). Además, el 44% de mujeres del sector se ha planteado cambiar (o ha cambiado) de empleo.

Falta de contactos, escasa información y menor salario por ser mujer, entre las principales barreras que se siguen encontrando las trabajadoras de la industria musical. Así lo muestra el II Estudio de género en el sector que ha realizado la Asociación MIM por segundo año consecutivo.

Si el análisis presentado en 2021 señalaba la discriminación, la precariedad y la sobrecualificación como problemas fundamentales de la población femenina en la industria, este segundo estudio —en colaboración con YouGov, firma internacional de investigación de mercados y análisis de datos— desvela que no solo se mantienen estos obstáculos, sino que se añaden nuevos retos tras la pandemia y que la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue por encima del 20% (8.000 euros de diferencia).

A la hora de alcanzar sus metas profesionales, el 81% de las mujeres afirma que han tenido que renunciar a aspectos de su vida anterior por trabajar en el sector, haciendo concesiones a nivel personal y social en el ámbito del ocio y de las relaciones sentimentales. Una cifra que se sitúa muy por encima tanto de la de sus compañeros hombres como de la del total de la población española.

Esta dificultad para conciliar la vida privada y laboral, junto a las ya mencionadas trabas causadas por no conocer a las personas adecuadas, la falta de información sobre procesos de selección y el simple hecho de ser mujer están minando las posibilidades de las trabajadoras de tener continuidad laboral dentro de la industria y de ocupar determinados cargos. Tan solo un 14% de las encuestadas asegura no haber tenido ninguna barrera para la contratación.

En lo referente a las medidas adoptadas por las empresas para luchar contra estas desigualdades, la mayoría de las encuestadas las definen como insuficientes y destacan que se han adoptado solamente en un 30%, e incluso muchas de ellas denuncian que sus empresas ni siquiera han contemplado la opción de poner en práctica estas acciones.

Una percepción que choca con la visión mucho más optimista de los hombres de la industria, que consideran como «adecuadas» las medidas tomadas en su entorno y aseguran que estas se están cumpliendo de forma cualitativa y no solo para cubrir los cupos de paridad.

Sobre las repercusiones de la crisis de la Covid-19 en la situación laboral de la industria musical, uno de los sectores más afectados, el estudio destaca que, aunque se han intentado paliar los efectos con una mayor flexibilidad que en otros ámbitos, esto no ha sido suficiente para frenar la gran cantidad de despidos.

Así, el 44% de las mujeres se ha planteado cambiar o han cambiado de trabajo durante el periodo de pandemia, frente al 28% de los hombres, y el 81% de las encuestadas considera que, en términos de salud mental, los efectos han sido negativos, cifra 4 puntos por encima de la de los hombres (77%) y muy superior a la del resto de la población española (69%).

Y si hablamos de la conciliación del trabajo con la vida familiar, consecuencias directas de la Covid-19 como la implantación del teletrabajo o la reducción de jornada sí han sido valoradas de forma positiva por el 69% de los trabajadores y trabajadoras del sector. 

En cuanto al perfil sociodemográfico y educativo, las conclusiones del estudio no distan mucho del realizado el año pasado. La media de edad de las mujeres que se dedican a la industria de la música es inferior a la de los hombres, al tiempo que están, en términos generales, más formadas que sus homólogos masculinos, tanto en formación específica reglada como en conocimiento de lenguas extranjeras. A pesar de ello, esto no se traduce en trabajos más estables, ni mayores ingresos sino que, por el contrario, tienen mayores dificultades a la hora de mantener un trabajo a largo plazo en el sector en comparación con los hombres.

Se observa, además, que las formas de autoempleo tienen un peso particularmente importante en la industria, y que el techo de cristal sigue siendo uno de los principales problemas a los que se enfrentan las trabajadoras en su carrera, ya que hay ciertos roles y posiciones que son desempeñadas en su mayoría por hombres, y son muy pocas las que llegan a puestos directivos o de mando.

MIM es la Asociación de Mujeres de la Industria de la Música, fundada en septiembre 2016 y que cuenta con más de 400 asociadas y asociados en toda España. A través de su trabajo, con talleres, congresos, becas y más iniciativas, busca contribuir a la igualdad en el sector de la música y a reconstruir su tejido tras la gran crisis económica y social derivada de la pandemia.