Ni bedroom pop, ni r&b post-millennial, ni nuevo pop, ni todo lo contrario. Hablar de Kora es hablar de una de las joyas más impredecibles e incatalogables del nuevo sonido alternativo. Desde su habitación en Terrassa y a sus apenas 18 años de edad, la artista catalana se ha convertido en uno de los secretos a voces del circuito.
Con un registro tan cerca del jazz como de la bossa nova, el blues, la electrónica y el pop más brillante, Kora ha conseguido articular un discurso absolutamente propio, con un marco de referencias tan atípico como completamente necesario para entender nuevas narrativas para la música pop contemporánea. De ahí que desde hace unos meses se haya incorporado en el roster de Spanish Bombs Management, compartiendo agencia con artistas de la talla de Kiko Veneno, Lori Meyers, Anni B. Sweet, Los Enemigos o Fangoria, entre otros.
Tras convertirse en uno de los fenómenos musicales con mayor mística del circuito musical actual, con una canción como “Paciencia” que supera las dos millones de reproducciones en Spotify y una ristra de singles que proyectaba el singularísimo universo musical, absolutamente propio, de la jovencísima (apenas 18 años) artista catalana; Kora presenta “Renacer, pt. 1”, un cancionero que la ubica como una de las referencias absolutas del nuevo ecosistema alternativo en castellano.
En él, caben desde hits de vocación pop universal (“Marte”) hasta el groove de un blues para la Generación Z (“La Luna”), guiños triphoperos (“+D24”), una suerte de r&b-gospel en italo-español (“Come si fa”) y hasta una instrumental con vientos y estética jazz-hopera (“Zzz”). Todo lo que siente Kora cabe en un país entero… y no es un país pequeño, precisamente.
«No puedo separar lo que soy de lo que creo, en ambos sentidos de la palabra. La música retrata aquello que pasa por mi cabeza y por mi vida. Este disco es una parte de mí. Recoge canciones creadas después de un período donde muchas cosas cambiaron. Todo es tan distinto que siento como si yo, en todas mis formas, hubiera renacido.»