Albacete sigue ardiendo
Albacete, 20 y 21 de junio de 2025. Recinto Ferial
Un año más, el Festival Antorchas convirtió a Albacete en el epicentro del indie, el pop-rock y la gastronomía, fusionando música, cultura y sabor en un formato que sigue consolidándose como una de las citas imprescindibles del verano manchego. Esta edición trajo consigo una alineación de artistas nacionales de primer nivel y una atmósfera que logró conectar con públicos diversos, en un entorno donde el calor —fiel compañero de las tierras manchegas en junio— fue también gran protagonista.
Entre los conciertos más destacados, el festival contó con nombres consolidados del panorama nacional como Dani Fernández, Viva Suecia, Sexy Zebras y Siloé, que ofrecieron actuaciones sólidas, vibrantes y muy bien recibidas por el público.
María Rueda
Redactora
Borja Peinado
Redactor
Uno de los momentos más esperados de la jornada del viernes llegó con el castellano-manchego Dani Fernández, quien volvió a su tierra convertido en una de las voces más reconocidas del pop español actual. Supo emocionar a un público entregado, que coreó cada una de sus canciones, desde los temas más recientes hasta sus ya clásicos como “Clima tropical” o “Bailemos”, convirtiendo el Recinto Ferial en un enorme karaoke colectivo.
La jornada del sábado no dio tregua, y tanto Siloé como Viva Suecia fueron dos de los grandes protagonistas de la noche. Siloé ofreció una actuación que sorprendió por su versatilidad y capacidad de conectar con la audiencia. Fusionando pop, electrónica y tintes folk, consiguieron crear un ambiente íntimo sin renunciar a la fiesta. Por su parte, los murcianos Viva Suecia desplegaron una propuesta cada vez más ambiciosa y emocional. Temas antiguos convivieron con los nuevos, y el público no dejó de cantar himnos como “Bien por ti”.
El broche de energía lo pusieron Sexy Zebras, que ofrecieron un espectáculo cargado de potencia y actitud. Su rock fue una auténtica descarga eléctrica que desató saltos, pogos y una conexión total con los asistentes. Una banda que nunca falla en directo y que reafirma su condición de imprescindible en cualquier festival que apueste por el directo sin filtros.
El cartel de esta edición se completó con una propuesta variada que incluyó a grandes nombres ya consolidados como Fangoria, El Drogas, Shinova, Nada Surf o Putilatex, así como propuestas más frescas como Travis Birds, Varry Brava o Neverland Bari. Al cartel le sigue faltando más apuesta por grupos emergentes, especialmente femeninos, y desmarcarse de los cánones por los que apuestan casi todos los festivales.
A pesar de ser ya la cuarta edición, la organización del festival sigue afinando detalles, y entre los aspectos mejorables se encuentra el ritmo de programación: los tiempos entre conciertos, en algunas franjas, resultaron excesivamente largos, diluyendo la energía del público entre actuaciones. Asimismo, ubicar conciertos destacados como el de Nada Surf a las 17:30 de la tarde —bajo el sol implacable de la Mancha en junio— supuso una experiencia exigente tanto para la banda como para el público. Una pequeña revisión de horarios en futuras ediciones podría mejorar la fluidez y el disfrute general del festival. En cuanto al espacio, el recinto es icónico y maravilloso, pero el escenario principal se queda muy pequeño si se cierra el secundario, no tiene sentido aglutinar a todo el groso del público en un mismo espacio sin casi alternativas, creo que no hay que tener miedo a ciertos solapes, y para eso hay que completar el cartel con más artistas
Más allá de la música, el festival volvió a apostar por su identidad gastronómica. Antorchas no sería lo mismo sin el Templete Food Market y la Gastroexperience, con propuestas de chefs locales y nacionales, maridajes, food trucks y experiencias culinarias que enriquecieron la oferta cultural. Una integración cuidada que convierte el festival en una experiencia multisensorial, donde el paladar también se convierte en protagonista.
La edición de 2025 ha vuelto a demostrar que el público de Albacete sigue respondiendo a la llamada de un festival de corte indie. La respuesta de la ciudad es contundente: solo hay que ver el cartel de sold out. Ojalá esta apuesta por la música en directo, en gran formato, se mantenga en el tiempo y, con algunos aspectos aún por pulir por parte de una organización comprometida, podamos seguir asistiendo al crecimiento en calidad de Antorchas.