EXTREMUSIKA

El Recinto Hípico de Cáceres fue el lugar elegido para tener lugar el multitudinario evento, un espacio perfectamente preparado y acondicionado con el objetivo de garantizar la comodidad, seguridad y disfrute de los espectadores. Dos enormes escenarios “Porcko Rocko” y “Mala Cigüeña” encabezaban la enorme explanada a cuyos laterales se localizaban las barras y en cuyo fondo se situaba una enorme carpa para luchar contra las inclemencias del tiempo. La zona de acampada, comedores, foodtruck y la carpa de electrónica completaban las instalaciones.

Con un cielo encapotado y continúas tormentas a lo largo del día, era la cantante de rock extremeña “La Mendinga” la encargada de inaugurar el Extremusika 2018 ante miles de personas a las que el día de la semana o las condiciones climatológicas no les impidieron asistir al evento.

A pesar de ser la jornada más floja de asistencia, no ocurría lo mismo con su cartel, pues Sober, Rosendo, Mojinos Escocios o Poncho K fueron algunos de los artistas que se citaron durante la noche del Jueves sobre los escenarios del festival.

Era el madrileño Rosendo, el que protagonizaba uno de los conciertos más numerosos de esta primera jornada. Envuelto en su gira de despedida, sus temas más inolvidables como “Agradecido”, “Soy” o “Maneras de vivir” hicieron vibrar el suelo del recinto hípico.

“La primera vez que decidimos actuar en un festival fue en Extremúsika y esta ya es nuestra tercera vez en el certamen”. Con esta frase, resumía el líder de “Mojinos Escocíos” lo que representa para ellos volver a tierras extremeñas, minutos antes de salir al escenario sin camiseta y únicamente protegido del frío y la lluvia por unos pantalones cortos. El irreverente y humorístico hard rock que caracteriza a la banda caldeó el ambiente durante la hora de duración con sus canciones “Que Güeno Que Estoy”, “Mi Jefe” o “Semos las niñas del colegio de La Salle” entre otras.

La jornada del viernes comenzaba con algún chubasco aislado pero con un cartel que representaba de lo mejor del panorama del rock nacional.

Alrededor de 15000 personas se dieron lugar esta segunda jornada de festival para disfrutar, entre otros artistas de: O´Funkkillo, Def Con Dos, Medina Azahara, El Langui, Gatillazo o Juanito Makandé.

La Raiz hacía saltar y bailar a los espectadores al ritmo de “Entre Poetas y Presos” o “La Hoguera de los Continentes” sin dar un solo minuto de descanso. Que en poco tiempo se haya convertido en una de las bandas de referencia del rock nacional no es casualidad, pues la energía que derrochaban en el escenario es digna de admiración.

Energía que no desapareció cuando el fundador de Green Valley saltó al escenario para reivindicar las diferentes injusticias mediante su “ecosistema musical” destacado por el Reggae y el Dancehall.

Era la banda extremeña Sínkope la encarga de coger la batuta en el escenario anexo. El Rock rural se adueñó del festival y de un público completamente entregado a sus paisanos. 

El frío se volvió éxtasis cuando los primeros acordes de “En Tarros de Miel” empezaron a sonar en el “Porcko Rocko” y los pogos se empezaron a suceder en diferentes partes de la pista.

Era la tercera y última jornada del festival la que más expectación levantaba y no era para menos pues a Ramoninos, Antilopez o Gran Wyoming les acompañaban en el escenario grupos de la talla de Mala Rodríguez, Narco o Los niños de los ojos rojos; todos ellos encabezados por la banda internacional Prodigy.

Los británicos “rompieron” literalmente el escenario con un espectáculo de luz y sonido que hizo latir hasta el último corazón de los allí presentes al ritmo del rock y la electrónica que caracteriza sus temas. La entrega del público era completa y ellos lo agradecieron con algunos avances de su nuevo algún como ‘Resonate’, ‘Need Some I’ y ‘Boom Tap’.

Si bien The Prodigy suponía el momento cumbre de esta última jornada, no fue solo mérito suyo el ambientazo que se vivió durante todo el día.

Estaban rondando las 22:30 cuando la cantante Jerezana Mala Rodríguez irrumpía en un escenario en penumbra para impregnar el ambiente de su peculiar estilo musical, comprendido entre el rap y el flamenco. “El apoyo recibido en una noche con frío, en la que la gente me ha dado mucho calor”, resaltaba la artista minutos después de concluir su concierto, al final del cual, varias chicas se subieron al escenario para disfrutar y bailar junto a su ídolo.

Era el grupo de rap metal, Narcos, el encargado de suceder a la Jerezana sobre el escenario para embeber a sus seguidores en el descontrol de sus temas.

Con un cartel de este nivel se llegaba al final de la última jornada del festival Extremusika, con más de 17000 espectadores que vibraron y abarrotaron el recinto completo.

Por último, quedaría por subrayar dos importantes puntos; el primero, los problemas de sonidos existentes en la mayoría de las actuaciones. Para un festival en el que el Rock destaca sobre otros estilos musicales, el no calibrar correctamente el volumen de los instrumentos en relación al de los vocalistas provoca que estos últimos queden ensombrecidos e incluso completamente eclipsado por los primeros. Problemas que desaparecerán en una “segunda” edición que, viendo el rotundo éxito de esta “primera”, su continuidad está más que garantizada.

Dicho esto, solo queda destacar la perfecta y meticulosa organización del festival. Recinto bien señalizado, seguridad, disposición del personal, puntualidad, impecable actuación de la organización sobre todo durante las dos primeras jornadas para solventar los problemas que había generado la lluvia en el recinto, servicios, etc. así como la colaboración con la prensa acreditada, facilitando nuestra labor y estando a nuestra disposición en todo momento.

Con todo ello, solo queda esperar a la confirmación de los artistas que compondrán el cartel de una casi asegurada segunda edición de este renovado formato del Extremusika.