Madrid, 12 de noviembre de 2022. Sala Copérnico

Casi 30 conciertos y un disco nuevo. Estas son las cifras que definen un año de ensueño de los gallegos de Dakidarria y que llegaba a su fin el pasado 12 de Noviembre en la Sala Copérnico de Madrid. Si ya el comienzo del año pintaba prometedor, con 10 nuevos temazos recogidos en su nuevo trabajo “Colaxe”; la gira, cuyo nombre adoptado de este último álbum, supuso la constatación de la banda como uno de los principales exponentes nacionales del ska, del rock, del reggae y del gallego.

Ángel Muñoz

Ángel Muñoz

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Como invitados especiales a esta jornada se presentaba el colectivo musical “Obreras de la Rumba Trepidante”, tal y como ellos mismos se definen, Skaffolding. Los madrileños residentes de los barrios de Vallecas y Aluche, tenían la importante misión de acercar al centro de la pista a los mas “madrugadores” de esta noche madrileña y ponerlos a bailar. Se puede decir, sin lugar a duda, objetivo conseguido. ¿Cómo? Entremezclando la rumba de los temas que compone su “Barrio Lunar” con versiones de canciones de otros artistas como ese “Centro Comercial” de Lendakaris, todo ello bajo un buen rollo que rápidamente impregnó a los allí presentes. Tanto fue que, a pesar de ir con retraso y no dar tiempo a una última canción, la organización no tuvo más remedio que ceder ante la incesante solicitud.

Tras ellos, el plato fuerte, el ska, el reggae, los saltos, los pogos, el buen rollo pero también la reivindicación. “Ate o Abrente”, “Memoria” y “A mocidade activa” abrían este primer tramo del concierto que sería seguido por “Somos nós”, “Lume”, “Eterno festival” o “El futuro nunca existió”. De esta manera entretejían un espectáculo en el que los temas que forman parte de sus 6 trabajos se mezclaban en el escenario, a la par que el Gallego y el Castellano sonaban en sintonía en torno a la defensa de la pluralidad social, la cultura, la alegría y la humildad.

Con mas de “300 gallegos en la sala”, la banda defendía la lucha como único camino, donde solo el amor podrá derrotar las adversidades actuales, haciendo hincapié de nuevo en la diversidad cultural, los pueblos y la vida. Haciendo partícipes al público de iluminar el final de una noche donde “En Compostela” y “Terra” ponían el broche final a mas de dos horas de disfrute incansable.

Con espectáculos como este, no es de dudar que los gallegos sean los encargados de encabezar los carteles de los principales festivales de rock del panorama nacional, y de colgar el cartel de Sold-out allá donde toquen.