Madrid, 8 de junio de 2025. Sala El Sol
Riffs incendiarios, versiones inesperadas y un frontman entre el público: Black Pistol Fire ofrecieron en la Sala Sol una descarga eléctrica sin concesiones.
Los vi por primera vez en el Mad Cool de 2018 y ya entonces nos volaron la cabeza y eso que fueron justo después de los Arctic Monkeys. Lo del domingo en la Sala Sol fue una reafirmación de todo aquello: una hora y media de rock directo al pecho, sin trampa ni cartón.
Desde el arranque con “Hipster Shakes”, el dúo canadiense no dio respiro. Guitarras afiladas, la batería demoledora de Eric Owen y un Kevin McKeown que no solo tocaba con furia, sino que se bajaba una y otra vez al público, tocando entre nosotros como si el escenario le quedara pequeño.
María Rueda
Redactora
Borja Peinado
Redactor
Cayeron temazos como “Pick Your Poison”, “Lost Cause” o la aclamada “Suffocation Blues”, además de unas potentes versiones de “Redbone” de Childish Gambino, y “Heart-Shaped Box” de Nirvana. Hubo también espacio para “Rock Bottom”, un tema nuevo que apunta alto.
Black Pistol Fire no vienen a complacer, vienen a arder. Y el domingo lo dejaron claro. No hace falta más que una sala pequeña, cables enredados, olor a cerveza y un puñado de personas que todavía creen en el rock sin artificios. Cuando un directo es así, no hace falta nada más.