MAD COOL 2024. JUEVES

Kelvin Swaby es el líder de The Heavy, banda de Beth, con muchos años ya a la espalda y esa mezcla inflamable de estilos con ese toque retro y la energía infinita que hace que quieras más y más. Menuda banda lleva y que buen rollo el que emite su líder. El escenario Region Of Madrid comienza a tomar calor, mucho más del que hay en el ambiente. El viento hace ya estragos, y se nota en los escenarios, sobre todo en el Orange.

Michael Kiwanuka estuvo ya en el Mad Cool en su primera edición, en 2016. Mientras despliega todo su soul en el escenario principal, nos embarcamos en el tercer escenario en importancia, el Orange, para volver a descubrir, a los suecos Mando Diao. Desde 1995 están en la carretera y después de verlos en festival, en sala y en muchas ocasiones, no te cansas nunca. Energía y saber hacer a partes iguales. Temas que ya son clásicos. El escenario anda con retraso de unos 20 minutos, ya que han tenido que desmontar la pantalla trasera por la fuerza del viento y Russian Red tuvo que aplazar su salida, aunque entró y cantó, repartió besos para todos y dejo paso al torbellino Mando Diao, que con el aire en contra se le escapaba el sonido a un escenario que en bolos como el de los suecos quizás se queda demasiado pequeño y esquinado con poco espacio lateral.

Keane cumple 20 años de uno de sus discos más aclamados. Con “Hopes and Fears” triunfaron en el 2004 con una base de piano y unas melodías que ya son historia de la música. En enero comenzaron una gira que les llevará por todo el mundo durante todo este año 2024. Es la mejor noticia de unos Keane que han pasado por muchos problemas, pero que siguen sonando como una de las mejoras bandas alternativas del momento y que después de casi treinta años de carrera, ahí siguen. Suenan a banda de verdad, y ese piano, en las manos de Tim Rice-Oxeley es el alma de la banda, bien arropado por la base rítmica de bajo y batería y una voz potente y llena de magia, la de Tom Chaplin que sigue siendo una de las mejores voces del panorama musical británico.

Nos pasamos a ver a Motxila 21, porque el proyecto se merece la atención de todos y aunque en la carpa pasamos y pasaron ellos, mucho calor siempre es mágico que estos proyectos tengan no solo continuidad, sino un altavoz como es el Mad Cool. Hasta Eddie Vedder sacó su camiseta al final de su concierto. Bien por los Pearl Jam

Pearl Jam es otro mundo. Legión de seguidores llenos de camisetas de distintas épocas en el recinto. Edades, todas. Sonido, fue el punto flojo. El viento hizo estragos, o eso parecía, pero el caso es que según iban cayendo hits, el sonido parecía que mejoraba, pero se volvía a caer. Lástima, porque los americanos han vuelto por la senda del Grunge, o del Rock más crudo. Concierto mucho más movido que el vimos en la anterior ocasión en ese Mad Cool de 2018. Abusando de solos interminables que hacen más largos los temas y que acortan el setlist, pero que hacen que toda la banda, presentada en lo que podríamos decir castellano por Eddie Vedder, fue teniendo su momento personal. Son tan buenos, que casi todo se olvida y se les pide lo que hicieron ayer, desperdigar hits entre otras y hacer que en muchas ocasiones los pelos se pongan de punta. La música es sentimiento, y eso es lo que pueden dar y regalar Pearl Jam.

Otros que vuelven al Mad Cool son los estadounidenses Greta Van Fleet. Los Kiszka están preparados para presentar su nuevo trabajo “Starcatcher” de 2023, que vuelve por los fueros del rock potente que extrapolan los Greta hasta puntos insospechados en un directo que no deja indiferente a nadie. Son puro espectáculo y esto es lo que Mad Cool busca para terminar con buen sabor de boca el segundo día de festival. Y lo consiguió. La legión de fans de los Greta lo dió todo y los hermanos Kiszka en su línea. La del Rock and Roll en todo lo que ese concepto abarca. Desde la música hasta la postura, pasando por todos sus elementos. Gran espectáculo el que siempre demuestran los de Michigan.