Benidorm, 27, 28 y 29 de julio de 2018. Ciudad deportiva Guillermo Amor
Fotos de JAVIER ROSA
El último fin de semana de julio tuvimos el placer de volver un año más a Benidorm para disfrutar de uno de los festivales más consolidados del panorama independiente de nuestro país: Low Festival. Coincidiendo con su décimo aniversario, nos volvió a sorprender con una edición excelente. Te aconsejamos que si todavía no has incluido esta cita en tu calendario, lo hagas, porque querrás volver.
Lorena García
Redactora
El cartel de esta décima edición contaba con un cartel de lo más variado, para todos los gustos y con bandas tanto nacionales como internacionales. Tres días de buena música y playa nos esperaban y no podíamos estar más que ansiosos de poder celebrar su aniversario. Cerca de 8.000 asistentes estuvieron en la Welcome party que tuvo lugar el jueves en la playa con las actuaciones de Vive la Fête y Joe Crepúsculo entre otros. Por desgracia, nos perdimos lo que tuvo que ser un buen comienzo del festival.
Viernes 27
Aunque lo mejor aún estaba por llegar, los que tenían que llegar a matacaballos éramos nosotros. Con las prisas de una ruta Madrid-Benidorm y el agobio de llegar lo antes posible al recinto, era innegable que nuestras ganas de disfrutar de la música eran enormes. Llegamos a por nuestras pulseras, y como era de esperar, una organización impecable hizo que en 5 minutos estuviésemos dentro.
Aterrizamos en el recinto con el concierto de Iván Ferreiro para poder disfrutar de canciones como “Año 80”, “El equilibrio es imposible” o “Cómo conocí a vuestra madre”. Por supuesto, todos los que estábamos allí esperábamos el gran final con “Turnedo”. Y es que, si algo sabe hacer el gallego, es meterse al público en el bolsillo y hacer que todos cantemos al unísono su himno más coreado.
Foto: ©Javier Rosa
Foto: ©Javier Rosa
Foto: ©Javier Rosa
León Benavente comenzaban ya en el escenario Matusalem, y no nos quedó más remedio que salir escopetados para poder llegar al inicio del concierto. Por supuesto, no faltaron temas como “Ánimo, valiente”, “Gloria” o “Habitación 615”. Si algo saben hacer, es preparar el cuerpo para una buena fiesta con uno de los mejores hits (por lo menos para nosotros) de la escena actual: “Ser Brigada”.
El concierto más esperado de la noche estaba a punto de llegar con los franceses Phoenix. Concierto que pudimos disfrutar en las primeras filas llegando tan solo 10 minutos antes y sin ningún tipo de agobio (no en muchos festivales podemos decir esto). Justo a la hora del comienzo del show pudimos escuchar los primeros acordes de “J-Boy”, canción de su último álbum Ti amo. A este, le siguieron temas clásicos de la banda como “Entertainment” o “Lisztomania” con un gran juego de luces que todos disfrutamos. Algo más de una hora de concierto y de bailes que nos hicieron disfrutar como teenegers de esta banda de la primera jornada del Low.
Sábado 28
Llegaba el segundo día de festival, y teníamos las pilas cargadas para una nueva sesión de grandes bandas. Lo siento, pero no, no somos de esos puretas que sobrevaloramos a Los Planetas. Por ello, llegamos justo para ver a los escoceses Biffy Clyro, que con su sonido arrollador no les hacía falta ningún efecto de luces llamativo. “Wolves of Winter” fue el primer tema arrollador que los ingleses propusieron sobre el escenario con un escenario principal algo vacío para su status. Poco a poco la gente fue llegando, y sonaron grandes éxitos como “Bubbles” o “Black chandelier”. Un aperitivo ideal para lo que nos esperaba después.
Foto: ©Javier Rosa
Foto: ©Javier Rosa
Lo que nos esperaba después era una fiesta. La fiesta de Novedades Carminha empezaba en el escenario Matusalem. Ellos si que saben como animar a cualquier público, sus “Que dios reparta fuerte”, “Cariñito” o “Juventud infinita” son canciones que no pueden faltar en una buena verbena. Un concierto de no parar de bailar que remataron con “Jódete y baila”, como no podía ser menos.
Llegaba el grande de la noche, y de todo el festival. The Chemical Brothers comenzaban con el tema “Go” de su último álbum y unos impresionantes efectos visuales. Imposible era quitar ojo de las pantallas, un juego de luces difícil de igualar. Un espectáculo que no podías perderte, incluso si no te gusta la música electrónica. Su show fue increíble. Eso sí, nunca habría imaginado que iba a juntarse tanta gente en este festival, pero en los seis años que hemos acudido no hemos contemplado tal estampa
Domingo 29
Llegaba el último día. Perro comenzaba con los primeros acordes cuando entrabamos al recinto. Nunca podrán faltar en sus conciertos saltos, gritos y algún que otro pogo, por no olvidarnos de las incursiones de su batería/bajo/teclados/flauta/gaíta hacia el entregado público. Los videos, sin duda, son una de las mejores partes de sus directos, con unas imágenes que intentan provocar al espectador, y que sin duda, cumplen con su cometido.
Nos pasamos un rato a ver a Izal, que estaban programados a la misma hora que Perro, y que, para nuestra sorpresa, no fuimos los únicos que decidimos evitarlos en su inicio. Decidimos darles una oportunidad, pero al escuchar algunas de sus primeras canciones como grupo, comenzaron algunas de las más recientes y decidimos realizar esa espantada que tan programada teníamos para estar preparados para la última hornada de grupos de este décimo aniversario.
Foto: ©Javier Rosa
Foto: ©Javier Rosa
Cogimos fuerzas y enganchamos el concierto de Editors, uno de los más esperados para nosotros. Los ingleses salieron al escenario con su último álbum, Violence, lanzado este mismo año. No pudieron faltar sus clásicos como “An end has a start”, “Munich” o “The Racing Rats”. Pero que para nuestra sorpresa, lucieron un directo impresionante de sus últimas canciones de estudio.
Finalmente, con La M.O.D.A de fondo, esperábamos a los noruegos Kakkmaddafakka, que comenzaron su show con uno de sus temas estrella: “Touching”. No pudimos hacer más que bailar, porque si una cosa saben hacer ellos, es entretener al público sin darnos un minuto de tregua.
En resumen, vivimos (de nuevo) un Low Festival de 10, que otro año más, ha tenido una organización impecable que deberían tener otros muchos festivales españoles. Esperamos ansiosos una próxima edición, que por supuesto, no nos vamos a perder.