Salamanca, 7 de septiembre de 2019.

Los fuegos artificiales desde el Tormes y una Plaza Mayor abarrotada de gente dieron comienzo a la primera noche de las Ferias y Fiestas de Salamanca. Con los versos de “No te salves” de Benedetti, empezó a poco más de las once de la noche el concierto de Rozalén. 

Acompañada de su fantástica banda y junto a su fiel compañera la intérprete de lengua de signos Beatriz Romero, Rozalén recordaba sus primeros conciertos en Salamanca, el primero de ellos en el antiguo bar Savor junto a otros dos cantautores y frente a un público de 8 personas, posteriormente en El Corrillo. Ahora, emocionada y agradecida, actúa por primera vez frente a una Plaza Mayor de Salamanca con cerca de 15000 personas que coreaba todas sus canciones. 

Andrea G. Torán

Andrea G. Torán

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Raúl Ortíz

Redactor

Con casi dos años de conciertos de su última gira “Cuando el río suena” (donde promociona su último álbum con el mismo nombre) que la está llevando por las principales ciudades y festivales tanto a nivel nacional como internacional (acaba el primer fin de semana de noviembre en Irlanda y Reino Unido), Salamanca la esperaba llena de Girasoles pintados, teñida de color violeta y con decenas de niños entre las primeras filas que no pararon de bailar. 

Reivindicativa con el feminismo en la “Puerta Violeta” y “Las Hadas Existen” y conmovedora y muy cercana con su historia familiar con “Justo” y “Amor Prohibido”, esa historia de amor de sus padres; Rozalén derrochó pura fuerza, empatía y sentimiento, llegando al alma de todos los asistentes con casi dos horas de música y palabra sin pausa. 

Además de sus dos Discos de Platino, Disco de Oro y sus nominaciones al Grammy Latino en 2018, recientemente ha sido premiada por el Foro Justicia y Discapacidad del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por acercar la música a las personas con discapacidad auditiva, poniendo de manifiesto la posibilidad real de crear un espectáculo inclusivo y accesible a todas las personas.