
María Sánchez
Redactora
La crisis de la libertad es el eje del mundo cervantino y el drama de nuestro tiempo, Luis Rosales
El Teatro de la Comedia se abre una vez más para acoger una obra maestra de Miguel de Cervantes que fiel a su faceta de autor dramático reúne en su obra Numancia una reflexión sobre los límites de la libertad humana, individual y colectiva, así como la supeditación de un pueblo a las formas de poder.
“Murió de mal gobierno” es una de las frases mencionadas en este espectáculo que bien podría resumir los aproximadamente noventa minutos que dura esta representación.

Numancia cuenta los últimos días de esta ciudad celtíbera, sitiada por los romanos desde hace 16 años al mando del general Escipión, y el suicidio colectivo que llevan a cabo sus habitantes antes de tener que rendirse. Espiritualidad y política van de la mano en un universo donde los diferentes estratos históricos se unen y se sustenta la delicada frontera entre los tiempos de las realidades humanas, en el que realizar nuestra propia libertad es siempre un acto de heroísmo. Y es que esta performance, no sólo tiene tintes políticos o reivindicativos propios de la época, sino que en ella se puede sentir el sufrimiento de un pueblo motivado por la guerra, el hambre o incluso por la imposibilidad de disfrutar del amor. A su vez, se mencionan de manera muy sutil pero directa, cuestiones como la fidelidad, el honor y algo, que normalmente no aparece reflejado en este tipo de relatos, como es el papel de la mujer en tiempos de guerra. Sufrimientos que poco distan de la problemática actual y de su interpretación como falta de libertad y dignidad.
Los actores interpretan ese sufrimiento con una pasión y fervor que te hacen sentir parte de esta crónica desde el minuto uno. Y si bien, al principio de la obra es algo difícil seguir el ritmo del relato debido al lenguaje literario o a la dificultad de reconocer los diferentes personajes representados continuamente por los mismos actores, es su singular escenografía la que consigue mantener al espectador pegado al asiento durante toda la función.
Un sobrio y lúgubre escenario, compuesto por una escalinata central como si de la gran muralla de Numancia se tratase, se ilumina tímidamente dependiendo de la intervención de cada uno de los personajes vestidos de manera informal, actual y colorida cuando a los soldados romanos se refiere y con grises y desgastados ropajes cuando a los ciudadanos numantinos se pretende representar. Y es mediante este último vestuario mencionado y con un asombroso lenguaje corporal de los actores, cómo se consiguen realizar unas figuras originales y de gran complejidad que pretenden reflejar momentos o situaciones vividas en el desarrollo de la trama de esta tragedia.

Una novedosa coreografía que no cualquier compañía sería capaz de defender como lo hace la Compañía Nacional de Teatro Clásico, la cual una vez más demuestra que sus actores son capaces de conseguir con una gran limpieza en todos sus movimientos y con una gran sensibilidad y verdad en la expresión de cualquier sentimiento y emoción, que hace que el público pueda conmoverse con un texto que no lo habría logrado por sí solo.
A esto se ha de añadir que los intérpretes también cantan de forma armoniosa para configurar cada una de las escenas protagonizadas. Y es que no hay nada más sanador que la música interpretada en directo, pues dichas voces son acompañadas desde el comienzo de la representación con una melodía interpretada por diferentes instrumentos en vivo, principalmente de viento, tocados por un único músico que bien merece una mención especial, lográndose así del montaje todo un viaje estético, musical y teatral de primer orden.
EQUIPO ARTÍSTICO
Dirección y Dramaturgia: Ana Zamora
Dirección Musical: Alicia Lázaro
Escenografía: Cecilia Molano
Iluminación: Miguel Ángel Camacho
Vestuario: Deborah Macías
Asesor de verso: Vicente Fuentes/Fuentes De La Voz
Coreografía: Javier García Ávila
Asesor de movimiento: Fabio Mangolini
Asesor de percusión: Rodrigo Muñoz
Ayudante de dirección: Verónica Morejón
Ayudante de escenografía: Almudena Bautista
Ayudante de vestuario: Irma Vallés
Dirección técnica: Fernando Herranz
Producción ejecutiva: Germán H. Solís
Realización de vestuario: Ángeles Marín
Realización de escenografía: Purple Servicios Creativos
Producción: Cntc/Nao D’amores.
REPARTO
JOSÉ LUIS ALCOBENDAS
ALFONSO BARRENO
JAVIER CARRAMIÑANA
JAVIER LARA
EDUARDO MAYO
ALEJANDRO SAÁ
IRENE SERRANO
ISABEL ZAMORA

